miércoles, 30 de enero de 2019

CONFESIONES

No me voy a referir a la confesión de un pecador ante un sacerdote o la de un criminal ante un juez, que de esas confesiones, cada uno es responsable según sus creencias y su arrepentimiento, sino  la mía propia por una leve falta que unos asiduos lectores me ha atribuido. Se han quejado de que no escribía en este Blog desde desde el día 19, una semana y cuatro días. Y tiene mucha razón y tengo que reconocer, "mea culpa, panitet me."
Pero tengo una disculpa y quiero dar una explicación. Como todo humano tengo mis cosas buenas y mis cosas malas, entre las que según Patricia, estaban las de leer y escribir. Lo que nunca he sabido es si estas dos, eran buenas o malas. Lo que si es cierto es que hay veces que me gusta más leer que escribir o viceversa.
Tenía abandonado unos libros, que había empezado a leer, pero no terminado, como: "Cartas a un joven español" de José María Aznar, "Franco socialista" de Torres García, "Entre los Cocederos y Santa Bárbara" de Prado Arteaga y "Yo no me callo" de Esperanza Aguirre. Curiosa casualidad de la paridad de sexos de los autores.
He podido avanzar bastante pero no he terminado. Y si le ha llamado la atención lo del socialismo de Franco, búsquelo y léalo y se convencerá de que Franco hizo más socialismo y obras sociales que los socialistas de ahora.
La vida sigue igual, las noticias no paran de anunciar calamidades, la política está cada vez más liada, surgen nuevos partidos y se dividen otros, cambian gobiernos, se acercan elecciones, se anuncia otra crisis mundial y nuestro Presidente Sin Votos continúa viajando por el Mundo. Ayer, en la República Dominicana, clausuró la Convención de la Internacional Socialista, con un largo discurso que no se sabe si se lo escribió "un negro", o fue de "copia y pega". En fin, que hay tanto de lo que escribir, que prefiero leer. Así, que tengan paciencia. Ya llegarán tiempos mejores.

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