Honradez, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es 1. f. Rectitud de ánimo, integridad en el obrar. Y la pregunta inmediata es: ¿Cuantas personas honradas quedan en España?. Porque el paso que vamos deben de quedar muy pocas.
Todos los días leemos en la prensa, oímos en la radio o vemos en televisión a la Guardia Civil, a la Policía y hasta los Mossos d' Esquadra, arrestando a alguien por corrupción monetaria, que unidos a los que no salen en lo medios, deben sumar demasiados.
Ayer le tocó al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, su hijo Gorka y su mano derecha Juan Padrón. Acusados de mordidas en la edad de oro de la selección nacional. Es sabido que el dinero es muy goloso y "poderoso caballero", según Quevedo y, como la miel, es muy difícil de manejar, sin pringarse.
Empezó la "caza de brujas" (más bien de brujos) entre los políticos. Lo que no se gana en las urnas, se gana en los Juzgados. Era el lema que animaba a los políticos a denunciar a sus oponente, que pasaron de ser "Adversarios" a ser "Enemigos". Era la época del "Y tu, más". Pero después han surgido otras profesiones como banqueros, constructores, empresarios, abogados, futbolistas, actores, y todos los demás que no son tan merecedores de la atención mediática.
Son tantos los casos que no es de extrañar que los Juzgado estén colapsados y tarden años en sentenciar a los culpables o absolver a los inocentes. Esto no exime a los culpables de la pena que les corresponda pero tampoco exime a los inocentes de las falsas acusaciones, porque siempre les queda la mancha de la duda.
Los casos particulares o pequeños que no salen en los medios son tantos que sería imposible calcularlos. ¿Cuantas veces ha pedido usted un presupuesto y ha oído si lo quiere con iva o sin? ¿Cuantas veces ha pagado usted "sin"? ¿Cuantas veces ha ocultado algo en la declaración de la renta? ¿Cuantas veces ha comprado en ventas ilegales?. Y no me diga que eso no tiene importancia porque si que la tiene. Y es producto de una degradación moral que ha olvidado la honradez en sus conceptos de "Rectitud" e "Integridad", que da mucha tranquilidad de conciencia. Recuerde la palabras de Jesucristo a los que querían lapidar a la adúltera: "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Nadie se atrevió a tirarla.
