martes, 26 de enero de 2016

VA DE TOROS

¿Será para distraernos de la situación política?, ¿será  porque hay gente que no tiene otra cosa que hacer?. ¿será porque los antitaurinos no cejan en su empeño de terminar con la Fiesta? ¿Chi lo sa?, diría Eva Florencia, que es italiana, pero también es torera, vive entre nosotros y habla español mejor que algunos. Y aunque ya se ha retirado, hizo una buena carrera y lleva la afición en la sangre y en la pintura.
Aprovechando la ayuda de las redes sociales, que se tragan todo lo que le echen, aunque sea antisocial, los antitaurinos la han ocupado poniendo el grito en el cielo, porque Fran Rivera ha toreado una vaquilla son su hija Carmen en sus brazos. Bueno, en un brazo, porque en el otro llevaba, y muy bien llevada, la muleta. Ha tenido Fran Rivera que salir al ruedo publicando una foto, que verán abajo, en la que se le puede ver sobre los hombros de su padre, el gran Paquiri, mientras este le da un pase a una becerra. ¿Tradición familiar?. Pues creo que si. Y no paassssa ná.
No he tenido más remedio que recordar mi iniciación en el toreo. Mi padre era un gran aficionado y toreaba, no solo en tentaderos, sino en novilladas en la plaza de nuestro pueblo. en festivales benéficos. Conservo en mi casa la última oreja que cortó, en su retirada de los ruedos, allá por los años cincuenta, con más de sesenta años. También conservo un cartel muy curioso de uno de ellos, con fecha 10 de Octubre de 1926,  como final de la temporada taurina, donde aparece como Espada: el acreditado fabricante de aguardiente de esta localidad, Rafael Girón (Tantas Veo). El resto del personal, desde subalternos, presidentes y asesores,  médico, puntillero, director de la banda y hasta el que despacharía la carne, llevan sus respectivos motes, a cual más curioso. No creo que fuera muy benéfico, puesto que la entrada, tanto de Sombra como de Sol, era 0,00 pesetas y nodrizas, niños y militares sin graduación, a mitad de precio. Posiblemente el beneficio sería la venta de la carne, ya que el novillo era donado por el ganadero Don Pedro Moreno, al que por respeto, lo dejaron sin mote.
Años más tarde , allá por los cuarentas, actué yo como banderillero en un festival de aquellos que se organizaban para niños, algo así como incipientes escuelas taurinas, que asesoraba mi padre. Se lidiaban becerros donados por ganaderos locales, que salían más o menos bravos y no se mataban. Las banderillas no tenían arpón, sino que estaban unidas por una cuerda para dejarlas colgando al cuello de la res. Le pregunté a mi padre qué tenía que hacer y me dijo que me fuera hacia el becerro, cortándole la cara para que se me arrancara y dejara las banderillas sobre el cuello en el encuentro.
A mi pregunta de cómo salir del encuentro, me dijo que por donde pudiera. Salí por los aires. Me convencí de que  no servía para el oficio y desde entonces prefería intervenir pidiendo las llaves o de sobresaliente de espada de mis primos Francisco o José Luis, que eran tan buenos, que nuca tuve que intervenir.
Fran Rivera siguió la tradición que le enseñó su padre y que el ha transmitido a su hija. ¿Saldrá tan torera como él?. Nunca se sabe. A lo mejor para cuando crezca, con esto de la igualdad de sexos y los derechos de la mujer, podrá ser aceptada a competir en todas las plazas, incluyendo las catalanas. Por cierto que las dos fotos que aparecen, las he copiado de una publicación, a través de un enlace que me ha enviado desde Londres, un amigo catalán y español, que iba de pequeño a los toros en Barcelona con su padre.
Lo que si es seguro es que, si Sánchez llega a ser Presidente con la ayuda del Vicepresidente El Coleta, cuando la niña de Fran Rivera llegue a mayor, no habrán corridas de toros en España. Sánchez, que necesita lecciones de historia de España reciente, debe saber que el Vice de Felipe González, Alfonso Guerra, era un buen aficionado que llevaba a su hijo pequeño a las corridas y hasta llegó a pedir un avión del Ejército del Aire, para poder llegar a tiempo a una en Sevilla. Y olé