miércoles, 18 de septiembre de 2019

EL LABERINTO DE AUB

Max Aub, aunque no le suene el nombre, fue un escritor español, autor de "El Laberinto Mágico", (que también es un juego de mesa) , que lleva el sobrenombre de "Los Episodios Nacionales de Max Aub". Es un compendio de seis novelas narrativas sobre la Guerra Civil española.
Max Aub nació en París de padre alemán y madre francesa, que se afincaron en Valencia al comienzo de la Guerra de 1914, evitando la invasión alemana, ya que eran de origen judíos alemanes. Max tenía pocos años, ya hablaba francés y alemán y pronto aprendió el español, llegando más tarde a declarar, que no podría escribir en otro idioma. En 1916 el padre pidió la nacionalidad española que le concedieron a toda la familia.
El comienzo de la Guerra Civil le cogió en Madrid y siendo ya un conocido intelectual y perteneciente al Partido Socialista, le dieron un puesto diplomático en París donde intervino en la compra del Guernica de Picasso regresando a España en 1937, para volver a Francia al final de la Guerra en 1939. De Francia pasó a Casablanca y de allí a Méjico, no pudiendo regresar a España hasta 1969 con un reencuentro que describió en su novela "La Gallina Ciega". Treinta años más tarde y rompiendo su promesa de no volver mientras continuara el régimen de Franco.
Y esto me recuerda el caso del catalán republicano que tenia el restaurante "Casa Pepe" en Londres, que no quería volver a España mientras Franco viviera y nunca volvió, porque murió antes que él.
Debería ser obligatorio, para los políticos españoles, no solo el título de Doctor en Ciencias Políticas y Económicas, sino leer los Episodios Nacionales de Perez Galdós y los de Max Aub. Algo podrían aprender, porque lo que están haciendo es el guión de unos nuevos episodios nacionales que van a ser más largos que las cuarenta y seis novela de Galdós y la seis de Aub. 
Ya van cuatro años de "Laberinto Nacional" y no sabemos si superarán los seis de la Guerra de Independencia, pero que ya han superado los tres de la Civil. ¿Quousque tanden abutere, Pedro, patientia nostra?