viernes, 4 de octubre de 2013

OTOÑO CALIENTE

 
Si el verano no ha sido muy caliente, el otoño recién estrenado parece que si lo va a ser. Se están calentado los ánimos en todos los partidos políticos y si no se calman, puede que tengamos problemas gordos. Perece que los políticos no han aprendido el dicho de "La Historia se repite" y quieren que se repita. ¿Para destruir España con el afán de ganar ellos?, ¿No se ha conseguido llegar a un sistema democrático que quería la izquierda y gran parte de la derecha?. Parece que vale cuando es la izquierda la que gobierna, pero no sirve cuando gobierna la derecha, por muy al centro en que se haya colocado.
No hay más que ver lo calladito que estaban en tiempos de González y en tiempos de Zapatero y como estuvieron en los tiempos de Aznar y están ahora con Rajoy. Todo es ofender, provocar y descalificar, vamos, el estar dando bofetadas constantes a la derecha española bajo el lema zapateril de "todos contra el P.P". Menos mal que tenemos un Presidente, que como buen gallego, es calmo, tranquilo y peristente y aguanta lo que sea para conseguir el primer propósito de su programa que es sacar a España de la crisis, porque es la única manera de crear empleo. Y esto, naturalmente no le gusta a la izquierda.
Estas constantes bofetadas que estamos recibiendo me recuerdan una película del genial Cantinflas en la que hacía de cura en un pueblo con un cacique al que le decía las verdades. Tuve el honor y así lo considero, de servir una comida a Mario Moreno y unos amigos, siendo camarero en el "Bel and The Dragon" en mi tercer año en el Reino Unido. En comparación con otro artistas británico a los que  conocí, Cantinflas era un señor, amable, cordial, amigable y con un extraordinario sentido del humor, que además se dirigía a los camareros en español.
Pues en la película, cuyo nombre no recuerdo, el cacique le daba una bofetada al cura y este la aguantó diciendo que "El Señor nos  dijo que si te hieren en una mejilla, pongas la otra"; se gana la segunda bofetada y responde, que el Señor también dijo "que el que a hierro mata, a hierro muere" y ya pueden figurase que deja al cazique tendido en el suelo de un buen sopapo. 
Pues eso, desgraciadamente está empezando a pasar. Mientras más ofensiva y radical se vuelve la izquierda más puede responder la derecha. Y me refiero a los extremo, que nunca son bueno y que algunas veces "se tocan". Y esto hay que evitarlo, porque si no lo evitan los partidos en sus propias filas, lo tendrá que evitar el Gobierno, con la Ley en la mano y la ayuda de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Hemos visto hace unos días como un grupo de ultra derecha irrumpe en una reunión de catalanes en Madrid, para reventarla y tirar por el suelo las banderas catalanas-separatistas. El mismo día, en Cataluña, un grupo de ultra izquierda queman banderas de España y de Europa y una foto de Su Majestad el Rey, colgada boca abajo. Ambos actos totalmente reprochable y que no deberían repetirse de ninguna de las maneras, aunque, como cosa curiosa de la opinión pública, los ultra derecha son "facistas del partido popular" y los ultra izquierda son "jóvenes incontrolados que cometen actos vandálicos". Curiosa forma de tergiversar la pura realidad.
Hace dos días ha explotado un artefacto en la Basílica del Pilar. Gracias a la Patrona de España y de la Guardia Civil, sin daños graves, materiales o personales. No hace falta comentar lo que no tiene más comentario que buscar el número de iglesias quemadas en el año 1936, por lo ultra izquierda socialista-comunista, ante la inoperancia y pasividad del Gobierno de la República.