martes, 22 de noviembre de 2011

EL PARLAMENTO BRITÁNICO

El Parlamento ubicado en el Palacio de Westminster, fue primero la residencia de los reyes, desde los tiempos de Guillermo El Conquistador. En el siglos XIV se empezó a utilizar también como el sitio de reunión de la Cámara de los Comunes. En 1834 fue totalmente destruido por un incendio y se volvió a reconstruir tal como está hoy en día. Actualmente alberga la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores ya que desde hace muchos años, dejó de ser residencia real. Recomedaría a todos los españoles que vayan de vacaciones a Londres que no se lo pierdan, merece la pena y se puede visitar libremente. Yo he estado varias veces y sido espectador de debates y sesiones, tanto en los Comunes, equivalente a nuestro Congreso de los Diputados, como en los Lores, equivalente a nuestro Senado.. No hay que mencionar las diferencias entre el Parlamento Español y el Británico. Es otro mundo.
Para empezar, ambas cámaras son rectangulares, el Presidente se sienta en un extremo y los miembros de la Cámara en bancos laterales. Así está muy definida la izquierda y la derecha, al punto de que el Primer Ministro y el Líder de la oposición, se sientan uno enfrente del otro, solo separados por la gran mesa central, que los separa de un posible ataque físico. No hay noticias de que nadie se haya saltado la mesa con intenciones de agredir al adversario.
Desde 1911, la Cámara de los Comunes tiene pleno poder legislativo y actualmente se compone de 646 M.P ( Menber of the Parlament) elegidos democráticamente en su correspondiente distrito. Desde las ultimas elecciones se compone de 306 Conservadores en coalición con 57 Liberales, que forman el Gobierno. Los Laboristas en la oposición tienen 258 y los restantes escaños se componen de 8 Unionistas, 6 Nacionalistas Escoceses, 5 Sinn Fein, 3 Nacionalistas Galeses y 3 Socialdemócratas, Hasta aquí no muy diferente al Parlament Español; dos partidos mayoritarios, otros dos o tres minoritarios y algunos nacionalistas de Escocia, Gales o Norte de Irlanda.
Donde existe la mayor diferencia es en el sistema electoral. En cada uno de 646 distritos se presentan los grandes partidos  y los minoritarios, solo en los distritos con posibilidades de obtener más del 5% de los votos. Para presentar candidatura es necesario hacer un depósito de 500 Libras Esterlinas, que se devuelven si se consigue ese porcentaje de votos y se pierde si no se alcanza. No todos tienen ganas de arriesgar, aunque algunas veces se arriesgan, como el Partido de los Locos, que se presentó una vez en el distrito donde yo vivía. Les cuesta el dinero, no salen, pero se divierten a su manera. Cada partido solo presenta un candidato en el distrito y así no hay listas cerradas, las papeletas son muy simples, solo hay una con el nombre y el partido de cada candidato, para que el votante ponga una cruz marcando su preferido y solamente las hay en el colegio electoral. Ni se envían por correo ni se entregan a mano. El recuento es muy rápido, ya que no se usa sobre, sino que simplemente se dobla la papeleta y se introduce en la urna. Solo hay que contar las papeletas en el caso de que haya igualdad en los montones de papeletas de dos partidos. Caso contrario el tamaño del montón señala al vencedor. ¿Se figura usted el ahorro en papel?.
Otro ahorro es en la campaña electoral. No hay grades mítines con banderitas a los que acuden los que son militantes o simpatizantes del partido que lo organiza, mas algunos curiosos o espías, sino que cada candidato se patea su distrito, casa por casa, pidiendo personalmente el voto y dando información de su programa para ese distrito. Así el electorado conoce personalmente a su posible representante y tiene ocasión de preguntarle o pedirle algo. El candidato tiene ocasión de conocer lo que su electorado necesita, sus opiniones, sus deseos y sus ambiciones. Si sale elegido procurará seguir la linea de sus votante, para que le vuelvan a votar la próxima vez. Más claro todavía, trabajará para su electorado con más interés que para su partido, porque es el electorado quién le elige y no el partido. Vamos, igualito que aquí, que el que se mueve no sale en la foto.