domingo, 10 de abril de 2016

MARCA ESPAÑA

Voy a intentar olvidar un poco la repetida, desalentadora, pobre y descagayá, situación política y sus debates en televisión, que no dicen nada nuevo y , por supuesto, no arreglan la situación en que estamos gracia al emperramiento de Mister NO, en llegar a ser Presidente del Gobierno a pesar de haber pedido las elecciones. Como han repetido algunos destacados miembros de su partido, debería haber dimitido la misma noche del 20D al conocer el resultado desastroso del Partido. Pero para eso hace falta vergüenza torera y Pedro Sánchez no tiene idea de qué es eso. 
Anoche estuvo en La Marimorena el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, abogado y empresario y funcionario de carrera del Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Con 72 años y un currículum impresionante no creo que nadie pueda dudar de su capacidad para promover la imagen de España en el Mundo. Muy interesante todo lo que dijo, pero después volvió el programa a los
tediosos comentarios de los tertulianos sobre siempre lo mismo. Las soluciones que cada uno, según su partido o periódico, que no conducen a ninguna parte, porque la única solución sensata sería que Mister NO se "bajara del burro". 
Esta mañana el ABC de Sevilla, otra vez diferente al de Madrid, que muestra a Maduro y Castro conspirando, trae a su Majestad el Rey  emérito Don Juan Carlos de Borbón en el Palco Real de la Plaza de Toros de la Maestranza., con su hija la Infanta Elena y su hija. Como siempre hizo durante su reinado, promocionando la Marca España. Y en este caso en una de las exclusivas Marcas que nos marca en cultura, arte, literatura, economía, y evento social, que son las corridas de toros. Tan arraigadas en España y exportada a nuestros vecinos y a países hispanoamericanos, contra las  que ya han conseguido crear un movimiento antitaurino, que le hace todavía más atractivo para los que las defendemos porque el toro bravo es un animal destinado a morir como un valiente que no puede desparecer. Y no creo que un grupo, de majaretas mal informados, puedan acabar con la Fiesta Nacional. El toro que tiene hasta su biblia, como Antonio Díaz Cañabate llamaba a la obra de José María de Cossío, que publicada en 1943, es la obra más documenta y extensa sobre la tauromaquia. Ya en esas fechas Cossío consideraba el pensamiento antitaurino como "una deformación.mental y trastorno de la personalidad". 
El exponente más extendido y conocido internacionalmente del toro, es sin duda alguna, el famoso Toro de Osborne. Ese icono que aparece como por magia sobre el horizonte de nuestras carreteras y que ha sobrevivido hasta ataques de la naturaleza y de la política. Un nuevo Cossío podría escribir la historia de cada uno de los 91 toros de Osborne que nos sorprenden por nuestra geografía. 
Un toro que ha sufrido los ataques de la naturaleza, derribado en varias ocasiones por el viento, las autoridade o simplemente por incontrolados vándalos. El ataque más curioso, cuando en 2011, el único que existe en Mallorca, apareció pintado con los colores de la bandera gay y con los testículos arrancados. Se volvió a pintar de negro y ese mimo año apareció otra vez pintado con símbolos de la paz. Al año siguiente le volvieron a cortar lo cuernos. Ha sobrevivido. En 1998 los independentistas catalanes, esos con los que Sánchez quiere negociar, derribaron el único que había en Cataluña, en Bruch. Lástima que no estaba allí Isidre Llucas i Casanoves. "El Niño del Tambor" que defendía la independencia (no la catalana, sino la española) contra los franceses.
Hay un toro de Osborne en tierras de África, en nuestra Melilla, y hasta 60 en Méjico. Desde 1997 hay uno en el Parque Superkilen, nada meno que en Copenhagen. Hasta Dinamarca ha llegado el Toro de Osborne como marca de España al Parque temático, signo cultural de los habitante del distrito de Superkilen, originales de más de cincuenta países, que habitan en la ciudad danesa de Kebenhavn. Curiosamente la idea de usar el Toro como símbolo de España, fue idea de un grupo de mujeres, supongo que algunas españolas, que no han tenido reparo en usar el Toro de Osborne. ¡Que distinto de otras españolas feministas, que se declaran antitaurinas, en contra de las corridas y por otro lado a favor del aborto. No veo ningún sentido en defender la vida de un animal, al mismo tiempo que apoyar la muerte de un ser humano.

Toro de Osborne en Dinamarca