miércoles, 3 de agosto de 2011

OTRA VEZ GIBRALTAR XVII



Ayer leo la noticia de que nuestra Ministra Trini Jiménez había invitado al Secretario del Foreign Office William Hague, a una visita a España para tratar de la situación de bloqueo en que se encuentra el Foro Tripartito de Diálogo. ¿Tripartito? Desde la bajada de pantalones de nuestro Gobierno que aceptó la participación de Peter Caruana, Primer Ministro de Gibraltar, en un conflicto, que según resolución de la Naciones Unidas, debe ser resuelto entre España y el Reino Unido.

Nuestra Ministra, de un Gobierno en fase terminal, al que solo le quedan menos de cuatro meses de vida, quiere ahora tratar con el Ministro Británico, cuando al tercero, Caruana, posiblemente solo le queden dos meses en el poder. ¿Qué quiere la Señora Jiménez?, ¿Despedirse de sus colegas o dejar el asunto más encambronado para el que venga después del 20-N?. Una prueba más de la incompetencia de nuestra política exterior, que ha desacreditado nuestro Gobierno, hasta tal punto, que somos el hazmerreir de los países serios. Nunca la política exterior de España había
caído tan baja.

William Hague es M.P. del Parlamento Británico. por el condado de Ritchmond desde desde 1989 y sucedió a John Mayor como líder del Partido Conservador de 1997 a 2001, año en que ganó el Premio al Parlamentario del año. David Cameron le nombró Secretario de Estado de asuntos Exteriores el 11 de mayo de 2010. Siempre se ha declarado un admirador de Margaret Thatchet, la que preparó la defensa de Gibraltar, por si a España se le ocurría invadirla durante la guerra de las Malvinas. Vamos, que Trinidad Jiménez lo tiene crudo si piensa que puede apuntarse un tanto antes de la elecciones del 20.N

Casi al mismo tiempo, el Viceprimer Ministro Británico, Nick Clegg, se entrevista en Madrid con Mariano Rajoy en la sede del Partido Popular, a petición propia y aprovechando que se encuentra en España de vacaciones con su mujer española. Y no tienen problema de interpretes , ya que Clegg es uno de los muchos políticos británicos que hablan español. Puedo confirmar que ha conocido a más de uno. Se dice que hablaron de la crisis y las reformas necesarias para salir de ella y no se menciona nada del asunto de Gibraltar, pero si es evidente la voluntad de los dos políticos de un entendimiento y una colaboración que, si los españoles quieren y parece que si, será efectiva en los próximos meses.

Todos somos conscientes del que el problema de Gibraltar no se resuelve en dos días. Pero que es necesario mantener unas conversaciones, hablando se entiende la gente, para ir avanzando en un asunto de trescientos años que hay que resolver de una vez y para siempre. Gibraltar es español. Eso está claro.