Ha llegado a mis manos un libro, cuya portada acaban de ver, que he hojeado con curiosidad e interés, no exento de extrañeza al leer en la primera página: "Lecturas Patrióticas" y algo más abajo la siguiente aclaración: "Libro de lectura para las Escuelas, propio para desenvolver en el corazón de los niños el sentimiento patrio". Su autor Don Ezequiel Solana se autocalifica "maestro normal", pero a mi me parece un "maestro excepcional". No solo hace una descripción de España, sus diversas regiones, sus gestas en la Historia, la Nación, (que no es un concepto discutido ni discutible) y la Raza, sino que lo ilustra con dibujos, mapas y poesías de varios autores. No dice la fecha de impresión, solo que es la primera edición, pero por el escudo de la portada, me da la impresión que es de la época del reinado de Alfonso XIII y posiblemente durante el Gobierno de Primo de Rivera.
Al final del libro viene una lista de los publicados por el Magisterio Español entre los que se encuentran títulos del mismo autor como: Lecturas infantiles, Cervantes educador, Fabulas educativas, Lecturas de Oro, Invenciones e Inventores y algunas más con precios que van de 1 peseta a 1,50, por unos libros perfectamente editados y encuadernados con pastas duras. Por todo esto, creo que el señor Solana, era todo un excepcional maestro. Ya me gustaría a mi ver en las escuelas libros promoviendo el concepto Patria, en vez de la "Educación para la Ciudadanía.", que parece que va a desaparecer antes de que cause más estragos en la juventud.
Y algunos pensarán ¿que tiene que ver esto con el titulo del artículo?, Pues mucho porque hoy se cumple el 81 aniversario de la II República Española y ya ha habido algunas celebraciones por diversas ciudades y pueblos españoles. Como si hubiera algo que celebrar. Yo tenía un año recién cumplido y mi padre que era Alcalde monárquico de Higuera, pasó a ser Alcalde de la República. Por poco tiempo, aunque no estoy seguro, nunca nos contaba cosas desagradables, si dimitió o simplemente no se presentó a la elecciones que a continuación se convocaron. Ya saben mis lectores mi opinión sobre la II República, por lo que no les voy a hacer perder el tiempo. También se que no voy a convencer a los pocos republicanos que queden de aquella época ni a los de las nuevas generaciones que no tienen idea de lo que pasó y solo saben lo que les hayan contado. Pero si es verdad que todavía no puedo comprender cómo se siguen sacando banderas republicanas, en demostraciones sindicales, políticas y de gays y lesbianas, usándola en carteles, en la velá de Triana y en una ventana del Ayuntamiento sevillano y sin embargo se critica tanto cuando la bandera del águila ondea en mi balcón. No saben que los colores de nuestra bandera, rojo y gualda, vienen desde el reinado de Carlos III y que el escudo del águila viene de los Reyes católicos, cuando el color morado de la republicana solo duró ocho años de nuestra historia, del 1931 al 1939 y los tres últimos años, solo en la parte roja de la España en guerra.
Tampoco saben los nuevos republicanos que nuestra Constitución, que por cierto lleva el escudo del águila en la portada de su primera edición, define nuestro país como el Reino de España y al Rey como el Jefe del Estado. Así se aprobó por la mayoría de los españoles y todos los cargos electos juran (o prometen aunque sea por imperativo legal) guardarla y hacerla guardar. Yo creo que está claro y por tanto no me explico tanto republicanismo y tanto ondear la bandera de la franja morada. Ya está bien de mirar al pasado y ya es hora de mirar al futuro que no se presenta muy halagüeño debido a una crisis económica, agravada por una crisis más importante todavía, que es la crisis de valores morales.
