Ayer fue el Día Grande de nuestro pueblo. El Día de Nuestra Patrona, la Santísima Virgen del Prado. Domingo de Pentecosté en que en la España Católica se celebra la Fiesta de muchas de sus Patronas, la Santísima Virgen María, bajo la diferente advocaciones locales, tomadas de los lugares en que, según la historia o la leyenda apareció milagrosamente una imagen de la Madre de Dios. La nuestra fue en el Prado y la de los almonteños en el Rocío.
Tengo que confesar que nunca he conocido la Fiesta del Rocio. Mi padre, que dedicó gran parte de su vida al servicio de nuestro pueblo, nos enseñó a no faltar a las fiesta locales, por lo que solo he visitado a la Virgen del Rocío, de paso a la playa, desde hace muchos años, cuando viajaba en moto. Pero nuestro Párroco, Don Jaime Cano, si la conoce muy bien y sabe muy bien la Fe que le profesamos los higuereños y los almonteños a nuestras Patronas, que es la misma Virgen María, aunque tengan distintos nombres.
Nuestro Párroco quiso hacer ayer nuestro Día Grande y lo consiguió. Invitó nada menos que al Arzobispo Castrense de España a oficiar la Misa Solemne en honor de nuestra Patrona. Los Capellanes Castrenses, han sido, desde los tiempos de Childerico III último Rey de la dinastía Merovingía en el año 743, como los Párrocos destinados a los servicios religiosos de los ejércitos. El Arzobispo Castrense, Don Juan del Río Martín, nacido en Ayamonte, es la máxima autoridad eclesiástica para las Fuerzas Armadas de España, Ejército de Tierra, Ejército del Aire, Guardia Civil, Defensa y Servicio de Información. El Ejército y la Guardia Civil estuvieron ayer representados al por menos tres de nuestros jóvenes servidores de la Patria.
En la solemne ceremonia no podía faltar el reconocimiento de la antigua y profunda devoción de nuestro pueblo a su Patrona, que nuestro Párroco ha venido describiendo durante toda la novena, a lo que el Arzobispo añadió las necesarias connotaciones patrióticas, como no podía ser de otra manera. Con razón España fue "Evangelizadora de la mitad del orbe, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio... esa es nuestra grandeza y nuestra unidad", según Menendez Pelayo. Religión y Patriotismo, van unidos.
N.B. Tuve la honrosa ocasión de despedirme del Arzobispo y ante mi ignorancia del protocolo que merece dicha autoridad: besar el anillo episcopal o cuadrarse ante el militar, opté por lo segundo.
N.B. Tuve la honrosa ocasión de despedirme del Arzobispo y ante mi ignorancia del protocolo que merece dicha autoridad: besar el anillo episcopal o cuadrarse ante el militar, opté por lo segundo.
