miércoles, 26 de agosto de 2015

LA VUELTA CICLISTA A ESPAÑA

Hoy pasa por Sevilla la Vuelta Ciclista, que en su quinta etapa hace el recorrido de Rota hasta Alcalá de Guadaíra. Debe ser un bonito espectáculo para los aficionados a la bici, que cada vez son más y de todas la edades; unos practicando el deporte y otros viéndolo en televisión. Otros, como yo, recordando los primeros pedaleos.
Cuando a los diez años aprobé el examen de ingreso, obligatorio para el Bachillerato según el Plan de 1939, mi padre me regaló una bicicleta y me dio las primeras lecciones. Sujetaba la bici por el sillín para mantenerme en equilibrio y yo hacia todo lo demás; incluyendo alguna que otra caída, cuando me dejaba solo. Uno de los consejos más repetidos era mirar siempre al frente y no a los pedales. Recuerdo una vez, ya solo, que miré a un árbol bastante grueso que había frente el chalet, ahora Museo del Martes Santo, y me estrellé contra él. Este consejo se lo di, hace muy poco tiempo a un chico que venía haciendo eses por la calle donde vivo y me obligó a refugiarme detrás de un contenedor, porque venía mirando los pedales y la contestación fue: Yo miro a donde me sale de los co....". Clara prueba del nivel de educación de nuestra juventud.
Los viajes más frecuentes eran a Valdezufre y después Aracena, algunas vece a Zufre y una vez me atreví a Valdeflores. Una y no más,porque a la vuelta comprobé que la cuesta de Puerto Alto tiene castaña. Entonces las bici solo tenían un piñón y no tantos cambios como tienen ahora.
Mi sobrino Marcos Antonio, gran aficionado, participa en triathlones y pedalea en sus pocos ratos libre. Y a sus cuarenta y picos de años, viene y va a Sevilla, aunque sea en verano. Hasta deja a su mujer que lleve el coche con lo niños y el va en la bici. Tanto él como la bici están preparados para eso, pero me parece que ya se va cansando, porque le he visto con un artilugio de esos que se ponen en el techo del coche para llevar bicicletas sin necesidad de desmontarlas. 
La Vuelta entrará en Sevilla por el Paseo de la Palmera y saldrá por la carretera de Utrera, después de llegar a la glorieta del Cid y la calle Luis Montoto hasta Nervión. Los sevillanos tienen una buena oportunidad de disfrutar de la carrera pasando por lugares de ensueño y otros, la de evitar pasar o estar cerca del recorrido. La prensa menciona una y cada una de las calles y plazas por donde pasará.
Y esta mención me ha llevado a la Ley de Zapatero de la Memoria Histórica. La avenida de la Palmera, siempre, al menos desde que nací, no tiene nada que ver con el franquismo, aunque en ella se ubicó un chalet para preparar munición para el ejercito, que voló por los aires causado algunas víctimas. Desde allí hay una serie de nombres de todos los colores y que, de momento, no se han tocado.
La Glorieta de los Presos de Melinares es la primera vez que la oigo y no tengo ni la menor idea de donde está y qué hicieron los presos para merecer una Glorieta. La  Avenida del Cid corre el peligro de que se cambie para no ofender a los moros y la Glorieta de los Marinos Voluntarios también, ya que está frente el puente que fue del Generalísimo. A la Glorieta Juan de Austria no creo que la toquen, porque no hace falta. Todos la conocemos por la Pasarela. Después vienen unas Avenidas tan  dispares, como Luis Montoto, que fue notario eclesiástico y concejal del Ayuntamiento de Sevilla, San Francisco Javier, jesuita, Diego Martínez Barrio, Presidente de la II República, José Saramago, escritor portugés y Premio Novel de Literatura y por último, La Avenida de La Paz que es la que necesitamos los españoles. Amen.
Con esto de cambiar nombres franquistas (comoManolete y Muñoz Seca) me estoy temiendo que la calle de Sevilla que lleva el nombre de mi familia por parte de madre, vaya también a sufrir la desaparición. Me refiero a la Calle de Manteros, que va de la calle Granada, junto al Ayuntamiento hasta la calle Jovellanos, entre la calle Sierpes y Tetuán. También llamada  General Polaveja (si no la han cambiado por lo de General) aunque conservaba en la esquina del edificio Laredo, un bonito azulejo que decía "Antigua calle de Manteros". Me supongo que los famosos bares que la ocupan fueron antaño talleres o tiendas de mantas, con lo cual no hay peligro. Porque si se refiere a mi familia, tengo algo que al rojerío de Podemos no le va a gustar. Tres tío militares en la Guerra Civil, un Teniente General de Aviación, un Capitán de Artillería y otro Capitán Médico, dos religiosos Canónigos de la Catedral de Sevilla y un Juez. Espero que el mencionado azulejo permanezca en su sitio ya, que entre otras cosas, es un bello ejemplo de la artesanía sevillana.