martes, 28 de octubre de 2014

CORRUPCIÓN

La corrupción es tan antigua como la humanidad, puesto que comenzó en el Paraíso con el primer hombre y la primera mujer. Esta se dejó seducir por el demonio en forma de serpiente y sedujo a su vez la hombre, con falsas promesas, a "comer de la fruta prohibida". Entonces no existía el dinero, ni tenían bolsillos ni sobres o maletines, ni bancos en Suiza. Por eso Adán se tuvo que conformar con una imple manzana. Allí comenzó la avaricia, uno de lo pecados capitales, que fue seguido por el odio cuando Caín mató a su hermano Abel. 
El hombre, y la mujer, se multiplicaron, según el mandato divino, y con ello, se multiplicaron todos los pecados. Muchos más años después vino Moisés a quién Dios dictó los Diez Mandamientos y, ni por eso. Ni caso. Así seguimos y posiblemente seguiremos para siempre.
Al final del Nuevo Testamento nos cuentan como Judas  traicionó a Jesucristo por treinta monedas de plata. Ya existía el poderoso caballero don dinero. Ahora no hay monedas de plata, solo papel, pero un papel muy apetecible, fácil de llevar en el bolsillo, en sobres, en maletínes e incluso en maletas. Y así vuelan suculentas cantidades a Suiza, Andorra o Gibraltar. Y también mucho más lejos, como Jamaica, Las Bahamas, Islas Caimán, Hong Kong o alguno de los paraísos fiscales de la lista de 48 que reconoce España.       
Debe de ser una coincidencia el que el Terrenal, del principio y los Fiscales de ahora, lleven el mismo nombre de Paraísos. Paraísos que pueden convertirse en infierno, cuando un Juez te envía a la cárcel. Claro que hay muchos corruptos que no les importa ir a la cárcel, si saben que a la salida les espera la millonada.
Ahora el Partido Socialista Obrero Español, el de los "Cien años de Honradez (y ni uno más), presenta un programa de regeneración democrática que prometieron Pedro Sanchez y Susana  Díaz en sus respectivas investiduras. No han querido trabajar con el Partido Popular, sino que lo quieren hacer solo como paladines de la honradez nacional. ¿Usted se lo cree?. Pues que Dios le ayude.
Están saliendo a la palestra una serie de líderes nuevos que quieren arreglar el Mundo, pero ellos solitos. Para pasar a la Historia como los salvadores de la Patria.
¿De la qué?. Hombre, de la Patria, ese concepto tan discutido y discutible, según Zapatero, que es la Nación en la que vivimos los españoles y que se llama España. Por ahí habría que empezar. Por aceptar que el ser patriota no es solo cosa de fachas desnortados, sino de todos lo ciudadanos que tenemos la suerte de haber nacido en este País, que con buenas o malas épocas, llegó a dominar al Mundo y no somos capaces de dominarnos nosotros mismos.
¿Soluciones?. No hay más que una. La Constitución que nos dimos libremente y que contempla que el que lo hace, lo paga. Sea quién sea y cueste lo que cueste.
Y no me refiero solamente a los que se llevan el dinero sino a los que intentan, de una u otra forma, dividir a los españoles para dividir España.
Los dos grandes partidos tienen una difícil tarea por delante. Se habla de regeneración política, pero el PSOE reniega ahora del pacto anticorrupción que ha estado negociando con el PP durante semanas, con la disculpa de que eran solo conversaciones. ¿Como vamos a acordar con el partido de la corrupción?, se preguntan aquellos que nunca han matado una mosca. ¿Tendrán  cara? Y eso a la vez que piden que aparten a la Juez Alaya de los casos de los cursos de formación donde se han gastado una millonada del dinero destinado a los parados. Los dos partidos deberían trabajar juntos para erradicar esa lacra que se ha acumulado durante años y dejar a la Justicia que haga su trabajo y que pague el que sea responsable. Ya veremos quién hizo más o peor, pero será la única forma de devolver a los españoles la credibilidad en los políticos.