martes, 10 de mayo de 2011

CAMPAÑA ELECTORAL IV


El Grupo Independiente repartió ayer su Boletín nº 3, donde hacen balance de los logros conseguidos en esta legislatura y denuncian alguna mentiras propagadas por el Grupo Socialista. Incluye una hoja invitando al acto de presentación de la Candidatura el próximo sábado. Quiere decir esto que han invitado a todo el pueblo, no como los socialistas que invitaron a la suya solo a los suyos. No hacen falta comentarios a dicho Boletín porque habrá llegado a todas las casas del pueblo y todos los vecinos habrán tenido la oportunidad de leerlo, pero quiero hacer mención de algo que me ha llamado la atención y que me ha recordado una mala experiencia.



Al final de la página nº 6 y bajo el título, La calleja del Fresnal y las lluvias torrenciales, cuenta un caso en que que han tenido que pagar a un señor daños en su finca según sentencia judicial, porque la anterior corporación había dejado al Ayuntamiento sin seguro de responsabilidad civil. Y esto me ha traído a la memoria un caso personal que corrobora la falta del seguro y que ya tenía olvidado. Hace varios años los servicios municipales abrieron una zanja en la calle donde vivo, ahora calle Baltasar, para cambiar el colector de aguas residuales, por una serie de filtraciones que estaban afectando a varios vecinos. Antes de pavimentar la zanja, la dejaron que fuera asentándose durante bastante tiempo, hasta que llegó a formarse un escalón entre la zanja y el pavimento. Para poder entrar en mi cochera tenia que atravesar la zanja y las ruedas traseras del coche se quedaban dentro de la zanja mientras las delanteras quedaban al borde del acerado. Un día al acelerar para salir de la zanja y remontar el acerado, patinaron las ruedas traseras y se fue el coche contra la esquina de la puerta del garaje. Resultado, faro roto, parachoque bollado y capó dentado. Hice un escrito al Ayuntamiento, pedí que vinieran a verlo antes de llevarlo al garaje. Pasó una semana y volví a insistir diciendo a qué garaje lo llevaba para que lo vieran allí. Les envié el presupuesto, algo más de mil euros. Se arregló el coche pagué la factura y la reclamé al Ayuntamiento. Todavía estoy esperando que me contesten alguna de las comunicaciones. Pasó el tiempo suficiente para ser considerado como silencio administrativo, que me da la razón y así lo comuniqué. Más silencio, por lo que tuve que consultar con un abogado para reclamarlo judicialmente y encontrarme con la sorpresa de que iba a costar más el collar que el perro. Un año y medio más tarde entraron los Independientes y les expuse el caso. Entonces me enteré de que los habían dejado sin seguro y me olvidé del caso. Ahora me lo han recordado y quiero que conste esta pequeña historia para demostrar el caso que la anterior Corporación hacia a los ciudadanos y a sus reclamaciones o escritos. Supongo que lo mismo harían con las reclamaciones de un balcón doblado por el quiosco en su traslado al campo de fútbol y la pintura de una fachada después de cambiar el nombre de una calle, que al cabo de varios años también lo han olvidado los propietarios y todavía pueden verse. Así es como actuaba la anterior Corporación con los vecinos que ellos creían que no les votábamos. Al menos conmigo estaban en la cierto, los otros dos propietarios no lo se, pero ellos se lo figuraban. Así es como gobernaba el PSOE. ¿Vamos a volver otra vez a lo mismo?.