Resaca de poder. Aunque también algunos estarán esta mañana sufriendo del otro tipo de resaca, como verán más adelante. Pepe Griñan "prometió" su cargo como Presidente de la Junta de Andalucía, ante la presencia de Cristobal Montoro, Perez Rubalcaba, Ignacio Zoido y los Diputados Autonómicos y con la notable ausencia del Líder de la oposición y ganador de las elecciones, Javier Arenas. Este no tuvo más remedio que llevarse la mano a la cabeza, al ver lo que nos ha caído encima a los andaluces (y a las andaluzas, como dicen ellos). Ya he leído en un periódico que Arenas, al no asistir, demostraba ser un mal perdedor. ¿Mal perdedor el que ha ganado las elecciones? . Lo que es una vergüenza, aunque sea legal, es que dos partidos puedan quitarle el puesto al ganador. Motivo suficiente para una reforma de la Ley Electoral, de una vez y para siempre, ya que si los partidos están dispuestos a luchar por el bienestar de los ciudadanos, debería haber un sentido de la responsabilidad suficiente para coincidir en muchos puntos y permitir un gobierno en minoría.
Aquí, en mi pueblo, que ya no es socialista sino independiente y en que el resultado de las últimas elecciones generales y autonómicas le ha dado la victoria al Partido Popular, los socialista vinieron a celebrar la Investidura de Griñán. Quizás estén haciendo un acto de humildad y hayan venido a ver si nos engañan otra vez. Pero como dice mi amigo Gracían: "Una vez y nada más, Santo Tomás". O han aprendido que donde hay que luchar es donde ya no les quieren, porque donde les quieren, lo tienen claro. Pues a medio día el aparcamiento de un conocido restaurante y las calles adyacentes se empezaron a llenar de coche (posiblemente algunos oficiales) y el restaurante de socialistas bajo la presidencia de Ignacio Caraballo, Presidente de la Diputación de Huelva. Esto puede ser la resaca del poder y celebrarlo a lo grande, porque a las doce y media de la noche, todavía había alguno molestando a los vecinos con sus conversaciones antes de meterse en los coches. No tengo idea de qué paso en la comida ni después, ni me interesa, aunque supongo que Caraballo explicaría a los alcaldes socialista de las Sierra el magnífico plan de la Diputación de dedicar un millón de euros para la creación de 405 puestos de trabajo en municipios de menos de 5,000 habitantes. Hasta ahí muy bien pues Higuera de la Sierra entra en ese baremo. ¿Entonces porqué no invitaron al alcalde?, Al parecer no había más que socialistas, como si la Sierra de Huelva fuera el feudo de ellos, sin acordarse que el Alcalde de Santa Olalla del Cala es del P.P. y el Higuera Independiente, y que tienen los mismos derechos que todos los demás, porque la Diputación es para todos los pueblos sean del color que sean.
Bien, hablaran de lo que hablaran, algo beberían, porque los últimos en marcharse, a las doce y media de la noche, estaban preocupados de los controles de alcoholemia, según le oí, desde mi cama, a uno, que en mi calle, hablaba por teléfono con un tal Pedro, diciéndole que iban a Aracena de copas y que llamarían para que los recogieran para llevarlo a los Marines más tarde, ya que sabían que los controles empezaban más tarde. Y todo esto en voz alta, que todos los vecinos podíamos oír, sin importarles las molestias ni lo que pudieramos pensar. Por eso a mi no me importa decir lo que oí claramente, aunque lógicamente no pude enterarme de toda la conversación. No me gusta desearle mal a nadie, pero estuve a punto de llamar a la Guardia Civil para denunciar ruidos nocturnos y que de camino comprobaran si estaban en condiciones de conducir. Eran tres coches y uno de ello parado en medio de la calle con el motos en marcha y las luces encendidas durante un buen rato.
¡Qué ejemplo de los cargos socialistas!, Claro que después de todo lo que está saliendo de los EREs, del chofer de la cocina, de los gastos en clubes de alterne y de la subvenciones a mansalva, no tiene importancia una comilona en un pueblo, aunque no sea edificante en tiempos de crisis, por más que cada uno pagara de su propio bolsillo. ¿Usted lo cree?.Pues yo no lo creo.
