miércoles, 21 de junio de 2017

AGENTE SECRETO 007

v>
Estoy completamente seguro de que todos los que me leen han visto y disfrutado algunas de la veinticuatro películas de la serie Bond. Y también estoy seguro de que ninguno de vosotros habéis estado tan cerca de ellas, como he estado yo. 
Para empezar, viví durante más de treinta años cerca de los estudios de Pinewood (madera de pino o pinares), que se encuentra en unos enormes pinares a unas 13 millas de Maidenhead. Los conocí en la boda del hijo del Director de la compañía en la que yo trabajé más de dieciocho años, que se celebró en uno de los salones del complejo cinematográfico. 
Una de las primeras películas, después de "El Cid", que vi en Londres en 1962, fue "Doctor No", que causó sensación con la impecable interpretación de Sean Connery y el espectacular bikini blanco de la escultural Ursula Andress. Vinieron después, una cada año, las cinco protagonizadas por Connery, dos años más tarde la de George Lazenby (que no era el tipo), seguida por otra de Connery, para recobrar al público y continuar con la serie, con diferentes protagonistas, hasta completar las veinticuatros producidas hasta hoy.  Seis de Roger Moore, fallecido hace unos días, dos de Thimoty Dalton, cuatro de Pierce Brosnan y las cuatro últimas de Daniel Craig. Creo que he visto todas. Las anuales primeras se esperaban casi con la misma ansiedad que el campeonato de tenis de Wimbledon y se consideran las mejores por la interpretación de los actores de ambos sexos, la música correspondiente y la acción de los personajes. Últimamente parece que le han dado más importancia a los "efectos especiales" que han hecho mella a la interpretación de lo actores.
De esto actores tuve la ocasión de conocer personalmente a uno, quiero decir a una. Eunice Gayson, que aparece en "From Russia whith love", vestida solo con una camisa de Bond, jugando al golf sobre la alfombra de la habitación de este. Asistió al bautizo de mi hijo. Dio la casualidad de que ese día estaba invitada a casa de nuestro buen amigo y vecino Larry Forrestel y este me pidió si podía asistir con él y su mujer. Mi hijo todavía presume de haber tenido una actriz en su bautizo. Larry y su mujer Paola, que era de origen español fueron amigos hasta que marcharon a Holywood, donde Larry, como escritor que era, intervino en la parte inglesa de la famosa película "Tora, Tora, Tora," y solo años más tarde supimos de su muerte a través de los periódicos.
A mi me encantaba la forma de terminar con los enemigos del mundo generalmente escondidos bajo tierra o en islas lejanas y desconocidas y la habilidad de los agentes 007, (con licencia "to kill") para terminar con ellos en defensa de la humanidad. El escritor Ian Fleming, autor de las novelas de espionaje que hacen la serie Bond, sabía muy bien de lo que hablaba. El mismo había sido agente de MI6 durante la II Guerra Mundial, no se sabe con qué número, pero habría intervenido en secretas misiones que supo plasmar en sus novelas, con una gran dosis de realidad y mucha más dosis de fantasía.
MI5 y MI6, eran (y espero que sigan siendo) los cuerpos de élite del Ministerio del Interior Británico, que surgieron del SIS, (Secret Intelligence Service), como cuerpos especiales en la I Guerra Mundial, el 5 para espionaje dentro del Reino Unido y el 6 para el extranjero. Durante 30 años ambos departamentos fueron dirigidos por el Mayor-General Sir Vernon George Waldegrave Kell
simplemente conocido como K, siendo reemplazado por Churchill en 1941, un año antes de su muerte y considerado el servidor de más tiempo en activo del siglo XX.
Tuve ocasión de visitar su casa en el número 67 de Evelyn Gardens del barrio de Chelsea y conocer a su viuda Constance, una adorable anciana de unos ochenta años, que me invitó a comer en su casa y me enseñó todos los recuerdos de su marido que conservaba en su despacho, lleno de diplomas, medallas, libros y hasta su uniforme de gala, su espada oficial y el libro que ella había escrito sobre "la vida no contada" de su difunto marido.Y no crean que estoy fantaseando o contando batallitas imaginarias. Se lo voy a explicar.
Mi hermana fue la primera de la familia en ir al Reino Unido a aprender inglés en 1959 hasta 1962. Los dos últimos años los pasó como acompañante de Lady Kell. En su casa, una de esas típicas del  barrio que hemos visto en la serie "Arriba y Abajo", vivía sola con una cocinera, un jardinero, una dncella y una "señorita de compañía" que le acompañaba todo el día como ayuda a sus piernas y ojos cansados de los años a sus cotidianos paseos por el jardín de su casa, sobre el siempre verde césped rodeado de cuidados rosales. Cuando mi hermana llegó a Londres, donde ya había algunas amigas y conocidas, conoció a Helen, una española que era la acompañante de Lady Kell. Poco después Helen decidió volver a España y le dijo a mi hermana si le gustaría el puesto. Le presentó a la señora y esta aceptó el cambio. Allí pasó dos años aprendiendo un inglés bueno y educado ganándose la amistad de Lady Kell. Cuando yo llegue al Reino Unido, unos meses después de la vuelta de mi hermana, conocí a algunas de sus amigas y a su sustituta en el puesto, esta se lo contó a Lady Kell y que le dijo que le gustaría conocerme, porque le había tomado cariño a mi hermana  y quería que le contara como estaba. Acudí a su invitación un domingo con algo de nerviosismo pues, aunque sabía defenderme en inglés, no entendía muy bien y no estaba seguro de que pudiera mantener una conversación con una señora de esa edad. Me convencí enseguida de que es mucho más fácil entender una lengua bien pronunciada que el inglés común y ordinario de la gente de la calle. Lady Kell hablaba con una corrección y una pronunciación, que parecía que en vez de oír, estaba leyendo. A su edad tenía una memoria prodigiosa y una vitalidad envidiable. Comenzamos el almuerzo con la consabida copita de jerez, indispensable para todos los ingleses de pro y una botella de vino francés para acompañar al pollo asado con patatas al horno y verduras. Típica comida dominical de los ingleses que saben comer, que lo único que cambian es la carne (pollo, ternera, cordero o cerdo, siempre asada, y los dos vegetales que le acompañan). Muchos españoles se quejan de lo mal que comen los ingleses, pero todo depende de con quién comes o del restaurante que te sirve. Los hay de todos los precios, gustos y nacionalidades. Pero si creo que donde hay un buen cocido, una suculenta paella o una buena caldereta, se deben quitar las salchichas con puré de patatas o la chuletas de cerdo blanco con patatas fritas en grasa animal.
Los departamentos MI5 y MI6 parece que han decaído mucho en su labor especialmente en su prevención del terrorismo islámico, que nos ataca a todos los paíes occidentales y democráticos. Serian muy necesarios más agentes 007, para luchar contra el enemigo de nuestras civilizaciones, con la misma eficacia y contundencia que lo hacían los de la serie. Yendo derecho al grano, al centro, al foco de los que usan sicarios locos que son capaces de inmolarse en nombre de un Alá y falsas promesas de los dirigentes.
En España contamos con un Centro Nacional de Inteligencia (CNI), creado en el 2002 y sucesor de CESID (CEntro Superior de Información de la Defensa), dependiente del Ministerio de Defensa hasta el 2011, que por orden ministerial entró a formar parte del Ministerio de la Presidencia como asesor en seguridad e inteligencia. Parece que funciona, ya que en España no hemos sufrido los ataques de Londres, París, Berlín o Bruselas y se están produciendo detenciones frecuentes de presuntos yihadistas, pero no podemos bajar la guardia sino todo lo contrario. Es uno de los puntos en que todos los partidos democráticos debe trabajar unidos como una piña, olvidando sus discrepancias ideológicas y personales y en defensa de todos los españoles. Es "vox populi" la creencia de que necesitamos más Agentes 007.