jueves, 23 de febrero de 2012

LA REBELIÓN DE LAS MASAS

Quizás la más conocida obra de Ortega y Gasset, "La Rebelión de las Masas", publicada en 1930 y traducida a más de veinte idiomas, analiza diversos fenómenos sociales entre ellos las masas, al poderío social y de allí llegar al hombre masa, aunque también se centra en la sociedad masa, y la minoría selecta. Publicó unos años más tarde el Prologo para Franceses y el Epílogo para Ingleses, estudios que no tienen sentido sin la lectura de La Rebelión .
Años más tarde, terminada la Guerra Civil Española y la II Mundial, en 1945, George Orwell, publica la "Rebelión en la Granja", en la que un grupo de animales expulsan a los humanos de una granja para crear un sistema de gobierno que termina en una tiranía brutal. Pretendiendo ser una dura crítica al gobierno soviético de Stalin, que podría ser el Cerdo Mayor. Aunque publicada en 1946, no se hizo popularmente conocida hasta finales de los años 50. Era un best seller cuando yo llegué al Reino Unido y una de las primeras novelas que leí y que me sirvió de incentivo para leer también, del mismo autor, "1984", la famosa del Big Brother y luego "Homenaje a Cataluña" , su personal experiencia tras servir en nuestra Guerra Civil como militante de un partido comunista antistalinista.
Estos días estamos asistiemdo en España a otra rebelión, la Rebelión de los estudiantes. ¿Habrán copiado de Ortega o de Orwell?. Creo que de ninguno de los dos porque, dado el nivel de la educación en España, no parece probable que los jóvenes  que han participado en las manifestaciones, hayan leído a ninguno de los dos autores. Ellos quizás no. Pero los verdaderos instigadores de las violentas manifestaciones, posiblemente si. Y si no los han leído, si han oído las consignas, órdenes e instrucciones de los verdaderos promotores, los de las "minorías selectas", de los partidos políticos, léase PSOE, que no saben perder las elecciones.
Esos que perdieron en las municipales, en las autonómicas y en las generales y parece que van a perder también en Andalucía y en Asturias. ¿No se han detectado ya en las violentas manifestaciones la presencia de activistas, indignados y conocidos miembros o dirigentes del Partido Socialista?, ¿Qué hacían jóvenes de más de treinta años con los chicos del Instituto Luis Vives de Valencia?.
Los estudiantes siempre han sido algo rebelde, con los padres y con los profesores. Lo éramos también en mis tiempos, pero la cosa no llegaba a mayores, porque había autoridad, no solo en la familia, sino en las escuelas, institutos y universidades. Yo intervine en algunas protestas estudiantiles, pero nunca tuve que correr delante de los grises. Más tarde cambió la cosa y había que correr de los grises. Ahora no se "corre" de los grises, han cambiado los uniformes, sino que se "enfrentan" a los azules. Se ha perdido el respeto a la autoridad y a los profesores y como dice mi amigo Gracián: "Hasta que los niños  no llamen a sus maestros Don José y Doña Mercedes, en vez de Pepe y Merche, no habrá orden en las escuelas".
Los medios y las redes sociales se han encargado de remover las confrontaciones con la policía y los partidos de izquierda, como no se podía esperar otra cosa, se están aprovechando par ir contra el Partido en el Gobierno. Pero el Gobierno lo tiene claro y así lo han manifestado tanto el Ministro de Justicia, como el de Interior y hasta el Presidente Rajoy. Nuestra Constitución permite el derecho a manifestarse, pero también la obligación de la policía a mantener el orden. Y en el término medio está la virtud.
En el Reino Unido presencié algunas manifestaciones. Ninguna violenta, todas ordenadas, con sus pancartas y sus lemas, pero sin cortar la circulación, quemar contenedores, romper cristales o atacar a la policía. Cuando algo más tarde empezaron a ser algo violentas, Margaret Thatcher puso orden y le ganó el pulso a los sindicatos.Llamar a un policia hijo de puta, significaba esposar al insultante y meterlo en el Black Maria (furgoneta policial), para pasar la noche en la comisaría y llevarlo a la mañana siguiente delante de un Juez.
Lo que es una verdadera vergüenza es que algunos partidos políticos impulsen estas revueltas para descalificar al Gobierno y a las Fuerzas de Seguridad del Estado y a la vez descargar su odio y su rabia contra el Partido que los ha desbancado del Gobierno porque así lo han querido democráticamente los españoles.