miércoles, 11 de octubre de 2017

INDEPENDENCIA DE CATALUÑA

¿Usted sabe que significa "Declarar la Independencia y a continuación suspenderla para dialogar"? Pues yo no. Y creo que el que lo ha hecho, tampoco. Y quizás tampoco se haya dado cuenta del lío en que se ha metido, por no desistir de su imposible sueño soberanista.
Tan vaga e incomprensible es la declaración, firmada por Puigdemont y su camarilla en el pasillo del Parlamento Catalán, que el Preidente Rajoy, después del exprés Consejo de Ministros de esta mañana, ha pedido al Gobierno Catalán, que se aclare y ha comenzado los trámites para la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
"Yn olaf", diría Patricia en su lengua galesa. "Per fi" dirán los catalanes. Y digo catalanes refiriéndome a todos, separatistas o no, porque también ellos deben de estar hasta las narices de las muchas e incumplidas promesas del President.
"Por fin", digo yo, se ha conseguido que PP, PSOE y Cs, se hayan puesto de acuerdo en algo tan importante como es la Unidad de España y el cumplimiento de la Ley. Ya era hora de que nuestros políticos practicara eso que lo catalanes llaman "seny" y nosotros "cordura" o "sentido común". Como decíamos ayer, Sánchez ha debido de entender que el enemigo no es el PP. Hasta los veteranos, Gonzalez, Guerra, Ibarra, Bono, Corcuera, Borrel  y algunos más, han estado de acuerdo en que Rajoy debería y haya tomado todas la medidas que marca la Ley contra los delincuentes. Porque eso son los instigadores del separatismo que han dividido a los catalanes en dos bandos, que no serán fácil de reconciliar, simples delincuentes.
Aprendí mucho en el Reino Unido sobre democracia. La primera regla, el respeto. El respeto a la opinión de los demás aunque no coincida con la mía. Pero eso conlleva que lo demás también respeten las mía. Y aunque los políticos declaren que los españoles hemos aprendido a ser demócratas, yo lo dudo. Y creo que tengo razón, porque hay muchos políticos que no respetan las opiniones de los demás, sino que ni siquiera respetan las Leyes que ellos mismos, elegidos por el pueblo (o por su partido), han jurado acatar y cumplir y hacer que se cumplan. Puros delincuentes que pronto o tarde, deberán pagar por ello. Como todo el que mata, roba o se salta un semáforo en rojo. Ya se que no es lo mismo de grave, pero es saltarse la Ley. Como me dijo una vez Don Manuel, "las leyes, nos gusten o no nos gusten, están para cumplirlas, y si no sirven, debe haber una forma para cambiarlas".
No se puede dialogar con delincuentes. Se puede cambiar la Constitución, lo ha dicho un socialista y lo ha dicho el Presidente del Gobierno, pero hay un proceso y hay que cumplirlo. Vamos a cumplir lo que está legislado y después se puede hablar con calma. Estos tres podrían hacerlo y si más, mejor.