domingo, 3 de julio de 2011

BATH, SOMMERSET, REINO UNIDO


Los nombres de ciudades, ríos, mares, países o continentes, siempre han sido un problema para mí. Geografía no era mi asignatura preferida, ya que para mí, el que una ciudad se llamara Londres o París no tenía una base lógica; al contrario que dos y dos sean cuatro, que si tiene lógica y es demostrable, Pero Bath es una excepción. Posee, desde los tiempos en que los romanos ocuparon el país y construyeron el complejo Aquae Sulis en el año 43 después de Cristo, los únicos Baños Termales que existen en el Reino Unido. Para los que no lo sepan, baño en inglés es bath y por esto para mí, es pura lógica el nombre de la ciudad. Dice la tradición que ya existía anteriormente, pero los romanos edificaron un Templo en una colina adjacente al río Avon y los Baños Termales que todavía existen y son usados. Tuvieron una gran expansión en la época georgiana y de ahí el estilo georgiano de sus edificios construidos con piedra de bath. En 1907 fue declarada la ciudad Patrimonio de la Humanidad por la gran cantidad de Museos, Teatros, dos Universidades y edificios singulares, que atraen cuatro millones de turistas de un día y más de un millón de más larga duración. Tengo evidencia de las visitas y estancias de Su Alteza Real la Infanta Margarita, asi como de la Senadora Soledad Becerril, en uno de los más antiguos. clásicos y famosos hoteles de la ciudad, el Priory Hotel.

He visitado la ciudad muchas veces, Está aproximadamente a la mitad del camino entre Maidenhead, donde vivía, y Nantyffillon, el pueblo natal de mi mujer en el Sur de Gales. Había que salirse de la autopista M-4 unos kilómetros, pero merecía la pena. Allí vivió mi hermano Paco durante más de treinta años y merecía la pena el parar aunque fuera solo unas horas. Pero tengo que reconocer que no me he bañado en las aguas termales que descubrieron los romanos.

Debe ser una ciudad muy ecológica, amante de la naturaleza y de conservarla. En el Jardín Botánico, uno de los varios Parques que existen, se secó un emblemático y enorme árbol, del que solo quedó el tronco de una altura de dos o tres metros. Cuando iban a arrancarlo, un artista local pidió que le dejaran esculpirlo para la posteridad y el resultado pueden verlo en las siguientes fotografías. Es la mayor atracción del Jardín.

Si van a Inglaterra, no se pierdan una visita, aunque solo sea de un día desde Londres.