sábado, 21 de mayo de 2016

LA HISTORIA SE REPITE

Mañana se juega la Final de la Copa del Rey, ya lo sabe todo el mundo mundial, entre el Sevilla y el Barcelona. O entre el Barcelona y el Sevilla, para que nadie se sienta ofendido es mejor poner los equipos en orden alfabético (pura casualidad lo de -bético), ya que se juega en campo neutral. Los medios de comunicación, todos, hasta los debates políticos, vienen anunciando las posibles pitadas al Himno Nacional y al Rey de España. 
He escrito "mundo mundial", porque hasta la prensa extranjera se ha hecho eco de la inusitada noticia, por la sencilla razón de que eso no podría ocurrir en ninguna parte, más que en España. En cualquier país democrático, el Jefe del Estado, la bandera y el Himno Nacional, tiene el debido respeto de todos y cualquier ultraje, el debido castigo. Pero en España seguimos siendo diferentes. Queremos, o al menos intentamos, politizar todo. ¿Qué tiene que ver el fútbol con la política?. Hay quién dice, que como durante el franquismo no se podía hablar de política, ahora en democracia, si podemos hacerlo y, claro, es conveniente aprovechar la ocasión "por si las moscas...". Pues mire, en una dictadura o en una democracia, "las leyes están para cumplirlas". En una dictadura, si usted no está conforme y tiene la valentía de saltarsela, corre el peligro de dar con sus huesos en la cárcel. En una democracia, si usted no está conforme, siempre puede haber un camino para cambiarla. Pero cuando hablamos de una Constitución que libremente hemos aceptado la gran mayoría de los españoles, solo quedan dos caminos: O se acepta la opinión de la  mayoría o se marcha usted a otros país. Seguro que seria bienvenido en Venezuela, como han sido bienvenidos otros españoles, incluido terroristas asesinos.Se justifican muchos de estos desmanes en la "libertad de expresión", pero la libertad de expresión no tiene justificación cuando se lesiona la libertad de otro. Y por supuesto, el uso de la estelada, bandera separatista de la unidad de España, es la menos indicada para exhibirla en un partido de fútbol. ¿Es que el Barcelona Club de Fútbol no tiene bandera propia?. Pues úsela y guarde la otra para las manifestaciones política que la Ley le permita celebrar.
Lo que es totalmente inconcebible es las pitadas al Jefe del Estado o al Himno Nacional. Y hay muchos catalanes que están completamente de acuerdo con esto. He recibido esta mañana un correo de un amigo catalán, que también se considera español, como yo mismo estoy orgulloso de sentirme español, andaluz, sevillano e higuerense, que prueba, como los españoles nos olvidamos de ser "el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". La foto que han visto arriba es de un partido entre el Barcelona y el Júpiter (equipo catalán de aquella época) para celebrar que el Barcelona había ganado la Copa del Rey y del Torneo Regional de Cataluña de aquel año, en que cumplía las bodas de plata de su fundación. Estamos hablando de 1925 y el reinado del Rey Alfonso XIII. Parece ser que había en el puerto barcelonés un buque británico de la Royal Navy, cuya banda de Música asistió al encuentro e interpretó los Himnos Nacionales de España y del Reino Unido. El de España se pitó ruidosamente y sin embargo el "God save the King" (Jorge V, abuelo de la actual Reina) fue aplaudido clamorosamente.
Ante tamaño desacato a la Nación, el Capitán General Milans del Bosch, por "la descortesía y desconsideración  mostrada a la Marcha Real, con el agravante de hacerlo ante extranjero". ordenó cerrar el campo de Les Corts para toda clase de eventos por un periodo de seis meses y recomendó al Presidente Joan Gamper, que si  no le gustaban nuestras leyes, se marchara de España. El Presidente dimitió y se machó a vivir a Suiza. Lo que no dicen las crónicas es si ya tenía allí dinero como otros tienen en Andorra u otros paraísos fiscales.
No hace falta decir más. Que si hay pitadas o banderas separatistas, que se aplique la Ley y punto. Pero que no se culpe al Atlético de Madrid, que ha tenido la valentía de ofrecer su campo para que se pueda celebrar el conflictivo encuentro a pesar de las amenazas, que podemos considerar terroristas, que otros Clubs de Fútbol han tenido en cuenta.
Ya va siendo hora de todos cumplamos las leyes, empezando por algunos políticos.