lunes, 12 de agosto de 2013

SN ANTONIO DE PADUA

Se están celebrando en mi pueblo las Fiestas en honor de San Antonio de Padua, que le da su nombre a la Ermita que hay a la entrada, si vienes desde Sevilla y al barrio donde se ubica. Y usted se preguntará porqué es ahora, cuando la Iglesia celebra el día de San Antonio el 13 de junio.
Pues mire, es que Higuera es un pueblo muy particular que hace las cosas a su manera, como Frank Sinatra. Por eso tenemos la Cabalgata de Reyes Magos más bonita de España y del Mundo, aunque no creo que haya muchas por el Mundo. Tenemos el mejor aguardiente de la Sierra de Huelva, Tenemos un Ayuntamiento gobernado por un Grupo Independiente, que lo está haciendo bien y capeando la crisis. Tenemos la hospitalidad necesaria para acoger visitantes y forasteros. Y celebramos las fiestas cuando más nos conviene. Así es Higuera de la Sierra.
Tenemos muchas cosas más e invitamos al que tenga curiosidad a que venga y las vea. Pero bueno, en lo relativo a la Fiesta de San Antonio de Padua que, otra peculiaridad, no era de Padua, sino de Lisboa, recuerdo que se ha cambiado dos o tres veces. La primer del 13 de junio, cuando los vecinos del barrio, en su mayoría agricultores, estaban ocupados con la recolección de cereales y la saca del corcho y decidieron celebrar la fiesta al final de la campaña. Se fijó para el último domingo y lunes de agosto. Así era en mis primeros recuerdos de los años cuarentas y cincuentas del siglo pasado, ¡qué lejos parece!. El domingo había toros, más bien novillos o becerros y torearon algunos que luego llegaron a ser primera figuras, como Paquito Casado, Pepe Luis Vázquez o Manolo González. Y es que los toros estaban de alguna forma ligados con las fiestas religiosas y no faltaban tampoco en la Fiesta de la Virgen del Prado o del Cristo del Rosario. Puede que fuera por la antigua creencia de ofrecer sacrificio de animales a los dioses, porque había muchos y bueno aficionados o porque teníamos uno de los mejores ganadero de la época.
El lunes se subía el Santo en procesión a la iglesia parroquial para la función principal con predicador y cantada por el coro de Doña Mercedes Zárraga y terminada esta, se devolvía el Santo a su ermita. Se preparaba la sangría para la tarde y aquí aparece otra de las peculiaridades  de mi pueblo. Cuando la sangría, conocida por los españoles y los extranjero que nos visitan, se hace con vino tinto, la nuestra se hace con vino blanco y melocotón, un poco de azúcar y casera. Empezaba a las seis de la tarde y desde las cinco se veían pasar la mesas, las sillas y las tinajas con el preciado líquido. No había comida, solo bebida y solo se emborrachaban los de siempre y algún despistado o despistada, que no sabía que aquello se podía subir a la cabeza por mor del azúcar y el alcohol. A las nueve se terminada para la procesión del Santo por el barrio acompañado por la banda de música municipal que dirigía el maestro Librado. Agunos rezagados tenían que retirar la mesa con el lebrillo de la sangría y las sillas para que pasara el Santo, A la una de la madrugada se terminaba la fiesta con una función de fuegos artificiales.
En alguna época, yo ya estaba en el Reino Unido, se cambió la función religiosa y la procesión al domingo dejando la sangría para el lunes. También se cambiaron los toros para el sábado, mientras duró la costumbre. Cuando volví a Higuera en 1996 ya había habido otro cambio En vez del último domingo de agosto, se había cambiado al segundo o tercero de agosto cercano el día 15 y se había convertido en una fiesta de cinco días y cinco noches.
Este año ha comenzado el viernes por la noche y terminará mañana martes con la subasta de animales donado como ayuda a la fiesta. Esta noche, a pesar de la crisis, la sangría será tan multidinaria como en años anteriores y ocupará, no solo la calle Larga sino las adyacentes Y no solo los higuerenses y sus amigos sino los venidos de todos los pueblos de la Sierra, de Huelva y de Sevilla. ¿Cómo terminará? Esperamos que sin problemas, porque se está convirtiendo en una masiva botellona con los resultados no deseados de borracheras incontroladas y jóvenes tirados por el suelo durmiendo los efectos del alcohol. O las drogas.
Otro día contaré cómo terminábamos los jóvenes de los años 40 y 50 la noche de la sangría para que sepan la diferencia, pero ¿Qué le vamos a hacer?. Los tiempos cambian que es una barbaridad y no se puede decir que los tiempos pasados fueran mejores. Vamos a dejarlo en que fueron diferentes.
Me acaban de avisar que corre por la red un anuncio de la sangría de esta tarde, como "una botellona gratis" y ya hay grupo de jóvenes deambulando por el pueblo. De aquí a las diez de la noche puede que se convierta esto en un incontrolable y masivo problema de gente que pueden acabar con una fiesta de tantos años. San Antonio no lo quiera.       

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