Acabo de llegar del mitin que el Partido Popular ha organizado hoy en el Velódromo de Dos Hermanas. No voy a comentar nada ya que acabo de ver algo en las noticias de 24horas, estará en los telediarios, está ya en internet y estará mañana en la prensa. No voy a comentar nada de lo que allí se dijo ya que cada medio informativo dará su versión más o menos verídica y la mía, lógicamente, será partidista. Pero he vuelto feliz, contento y esperanzado.
Sobre todo esperanzado de que Andalucía puede acabar con el feudo socialista que la tiene atenazada desde que es una comunidad autónoma.
Buscando el autobús que me llevó, tuve que recorrer el inmenso aparcamiento cercano al Velódromo y no conté los autobuses, pero si no había los 500, que dice el País en internet, es porque había más. También se ha hablado de 30,000 asistentes, aunque se dice que es imposible, pero los socialistas han admitido en su mítines allí celebrados que caben 20,000. Pues estaba totalmente lleno, con muchisima gente de pie y sin poder contar la cantidad de personas que se quedaron en la calle sin poder entrar.
Creo que los andaluces están perdiendo el miedo a la derecha porque la izquierda ya no les convence, no les da soluciones a los gravísimos problemas del paro, la economía o la educación y se van dando cuenta de que, en democracia, es necesario la alternancia y el cambio. Ya ha pasado en mi pueblo después de 20 años de socialismo. A pesar de que los serranos son acomodaticios y por tanto reacios a los cambios, el pueblo ha puesto la esperanza en un gobierno independiente de jóvenes y ha roto las cadenas de un socialismo que lo tenía dominado y casi esclavizado. Y cuando digo esto no me refiero al partido socialista en general. El Partido Socialista y el Partido Popular son los dos grandes partidos que están llamado a gobernar España y por tanto aglutinan a la gran mayoría de los españoles. Me refiero al socialismo de Zapatero, de Chaves y del ex-alcalde de mi pueblo. Todos ellos en una nefasta labor para atrasar y destruir España, Andalucía e Higuera de la Sierra. ¿Que le parece que exagero? Pues no. Porque los tres nombrados han sido y son los típicos resabiados que quieren cambiar el pasado en vez de trabajar por un futuro mejor para todos.
Y feliz y contento porque los andaluces y los españoles se van dando cuenta de a dónde nos llevan y ya se vislumbra el cambio que Andalucía y España necesitan.
