De fútbol. ¿Qué estaba usted pensando?. Si, Campeones del Mundo de Fútbol, por primera vez en la historia del fútbol español y gracias a una merecida victoria sobre la selección holandesa que hizo todo lo posible,buen juego, sobre todo juego bien sucio, con intenciones dañinas y un arbitro demasiado condescendiente, que no supo atajar a tiempo los sucios ataques de los holandeses. Costó tiempo, pero al final el buen fútbol de España consiguió la esperada victoria,
A mi me recordó la Rendición de Breda. No el magnífico cuadro de Velázquez, sino lo que dice la historia. Durante la Guerra de los Ochenta Años, el general Spínola, al frente de los Tercios Españoles en Flandes, sitió la ciudad fortaleza de Breda en 1624 y después de once meses de asedio, consiguió la rendición y que Mauricio de Nassau, gobernador de la plaza, le entregara las llaves de la ciudad. Ese momento es el inmortalizado por Velázquez en el cuadro conocido como el de Las Lanzas.
Anoche no hubo que usar las lanzas, aunque uno de los jugadores holandeses, llamado De Jong, con cara de sicario, lanzó una buena patada directa al pecho de Xabi Alonso que le debería haber costado la expulsión inmediata.
No le sirvió de nada y después de más de 110 minutos, vino por fin el gol esperado por todos los españoles y muchos millones de aficionados de todo el mundo.
El fútbol es un fenómeno que une. Ya vimos a nuestra Reina junto el Príncipe Guillermo de Holanda y a los Príncipes de Asturias junto a la Princesa Máxima, pero, sobre todo vimos a millones de españoles con la bandera de España, enarbolada, pintada en la cara, arropada al cuello, en las camisas y hasta en la uñas. Curioso fenómeno y sin que nadie les llamara fachas. ¿Será verdad que estamos cambiando? Los cambios siempre son buenos y, sobre todo, si son para mejorar. Y la sociedad española necesita mejorar. Mejorar y mucho.
Ya es hora de que olvidemos nuestros fantasmas y pensemos seriamente en España, que no es discutible, para preocuparnos por lo que realmente debe unirnos a todos los españoles.
Si fuimos capaces de descubrir un nuevo mundo, llevar nuestra lengua y nuestra fe a los más recónditos rincones, crear el mayor Imperio conocido en la historia, dominar los extensos mares, crear universales obras de arte y de literatura, inventar modernos aparatos y nuevas tecnologías y ser campeones mundiales de fútbol, vamos a concentrarnos en eso y olvidar la diferencias de políticas de derecha o izquierdas, la memoria histórica, la Guerra Civil (o incivil) y todas esas sandeces que nos dividen para trabajar todos unidos en una España mejor, para nosotros y para nuestros hijos, que esos si que merecen un sacrificio y un respeto. Podemos, claro que podemos. paro hace falta voluntad y un equipo nuevo con un buen seleccionador, en el Gobierno. Claro está.
