lunes, 29 de enero de 2018

DECÍAMOS AYER....

Más acertado sería empezar, "escribíamos ayer..." sobre que este año fuera el Año de la Mujer, que me parce muy bien, pero que sigo insistiendo en que todos los días del año deberíamos respetar y homenajear a la mujer. Y al ver la portada de ABC de Sevilla, me ha venido a la memoria otra mujer, a la que tuve la ocasión y el honor de conocer hace muy poco tiempo.
La portada de ABC trae hoy el recuerdo del vil asesinato de una joven pareja, muy conocida en Sevilla, por dos criminales de la ETA, ayudados o asesorados por otros dos. Hace ya veinte años, pero su memoria está presente en la de muchos sevillanos. Los cuatro fueron identificados por la policía y llevados a la Justicia que los sentenció y los envió a prisión. No existía entonces la pena de muerte, ni la prisión permanente revisable, por lo que solo se, que al al menos uno, está donde debe estar y no ha salido todavía a la calle. Lo que si se, es que la opinión generalizada de la mayoría silenciosa, es que  no se merecen seguir con vida y mucho menos en la calle. Pero la Ley es la Ley y hay que cumplirla.
Ignacio Camacho, cuyo discurso pronunciado en diciembre de 2017, con motivo del premio de periodismo que la Fundación Jimenez Becerril le concedió y que hoy reproduce ABC en su tercera página, dice mucho más y mejor, todo lo que yo pueda opinar. Añadir que solo conocí a Alberto en uno de los Congresos del Partido Popular en Madrid, hace como treinta años y solo cambiamos dos o tres palabras sobre Sevilla. ¿Como podía ser de otra cosa?.
El 25 de noviembre pasado asistí a la celebración anual de Día de los Antiguos Alumnos en el Colegio de Portaceli, al que no había vuelto a asistir desde la enfermedad de Patricia, que hoy hubiera cumplido los 82 años, si el cáncer no se la hubiera llevado. Yo no fui alumno de Portaceli, sino de Villasís, de los que vamos quedando tan pocos, que no encontré ningún compañero de curso. En el Acto, después de la Misa, un antiguo compañero de Alberto, colegio y universidad, nos habló de él, de sus estudios, de su simpatía, su don de gente y su dedicación a la política al servicio de España. Aprendí bastante. Mencionó a su madre, que estaba presente, una señora de pelo blanco, vestida de oscuro, que estaba atenta a las palabras del orador. Al final de Acto al igual que otros muchos, me acerqué a saludarle brevemente. 
En el camino del salón de actos hacía la puerta del colegio, vi que iba caminando sola, me acerque y me recibió con una amplia y simpática sonrisa, como si me conociera de siempre y le acompañé hasta dejarle en un taxis. Lo que hablamos, como pueden figurarse no lo voy a reproducir. Pero me recordó a "las mujeres fuertes de la Biblia", por su entereza por la pérdida de un hijo y el orgullo de que su hija Teresa hubiera seguido su camino en la política ya que en aquellos días estaba cumpliendo con su labor en el Parlamento Europeo.
Vaya desde aquí, mi modesto homenaje a dos mujeres, madre e hija, valientes y resignadas por la desgraciada pérdida de un hijo y hermano, con la entereza de seguir luchando en la vida.
Kantauri, dirigente del parato militar de ETA, responsable de 20 muerto y decena de heridos.
Es el único preso de la banda en el Penal de Sevilla en celda del módulo de maxima seguridad