sábado, 7 de julio de 2018

"CONTRA FRANCO VIVÍAMOS MEJOR"

Frase atribuida a algún comunista durante el Gobierno Socialista de Felipe Gonzalez. Hay quien la atribuye a Santiago Carrillo y creo que pudiera ser verdad, porque mientras Franco vivía, Carrillo, y la Pasionaria, disfrutaban en Moscú de todas las comodidades que el partido comunista les ofrecía de pisos gratis, con servicio y gastos pagados, en el centro de la capital rusa.
Paul Preston, Profesor de Historia Internacional de la Escuela de Economía y Política de Londres, autor de varios libros sobre la moderna España, a quién conocí en 1993 en el Instituto Cervantes de Londres con motivo de la publicación de su obra "Franco", una de las más extensa y documentada biografias del Jefe del Estado Español, (mil dos páginas), llegó a decir que "Carrillo era tan dictador como Franco". La gran diferencia es que Franco era  militar de derechas y Carrillo comunista de izquierdas.
El libro de Preston que poseo de la primera edición en inglés y dedicado "con afecto" en español, merece la pena leerlo. Ya está editado en español. Le oí decir a Preston: "que era natural que los biógrafos le tomaran cariño al personaje biografiado, pero él no le había cogido cariño a Franco, a pesar de que había sido un personaje muy interesante". No hace falta remarcar que Preston es de ideología de izquierdas.
Parece que  nuestro gobierno le tiene tanto odio a Franco, que no cejan en el deseo de sacar sus restos de la Basílica del Valle de los Caídos. Sánchez quiere pasar a la Historia por ese "gran logro" de los enemigos de España. Tanto como pregona la democracia y las consultas populares ¿a que no se atreve a hacer una consulta, referéndum o votación, para saber si eso es prioridad o no, de los españoles que vivimos bajo su dictadura? Se llevaría una sorpresa, pero eso sí. Prohibido votar a los nacidos después de 1975, porque les han enseñado la Historia totalmente distorsionada.
Me di cuenta cuando volví a mi pueblo en mayo de 1996. Acababa de ser investido Presidente José María Aznar y ya empezaban volver a hablar de Franco. Recuerdo que en una de mis primeras visitas al puesto de verduras del mercado, en una conversación esperando turno, nombré a Franco. Una chica joven que estaba a mi lado saltó como si hubiera nombrado a Satanás. Le pregunté qué sabia ella de Franco y me contestó, "que había sido muy malo". Por su edad era evidente que se había educado en el Colegio, que llevaba el nombre de mi padre, que se había inaugurado en los años sesenta, precisamente bajo la "dictadura represiva y cruel del pérfido general". 
Fue hasta su derribo, ya en este siglo, un modelo en nuestra Sierra por sus amplias aulas, campo de deporte y casas para los maestros. Pero llegaron los socialistas y cumplieron a rajatabla las ideas de Pablo Iglesias, (el socialista fundador del partido, no confundir con Pablo Iglesia, el Coleta, que pude pasar a la historia como el destructor del partido socialista): "Dadme las escuelas y os daré un país socialista". Ejemplo clarísimo: Andalucia, que no ha conocido otro Gobierno más que el socialista.