lunes, 7 de diciembre de 2020

LA CONSTITUCIÓN DE 1978


 Celebramos hoy los 42 años de la Constitución que los españoles aprobaron por la mayoría del 91,81% (he dicho "aprobaron", porque yo estaba en el extranjero y no pude participar con mi "si").

Como ven, en la portada lleva el escudo de España, ahora despectivamente llamado "del águila", "del pájaro", "franquista", o "anti-constitucional", cuando realmente era "pre-constitucional" o sea, anterior a la constitución. Y tan anterior que fue una copia exacta del que los Reyes Católicos adoptaron para la España de hace 528 años. Vean como se parecen. Nada tiene de franquista, ya que Franco lo adoptó de los Reyes que dieron la unidad a España para ser el Imperio en el que "nuca se ponía el sol"



















Dicho y visto esto, hay que añadir, que todos los políticos, desde el Presidente del Gobierno, hasta el Alcalde de pueblo más pequeño de España, deberían, a haber leído la Constitución, y si es demasiado pedir que se la sepan de memoria, al menos deberían tener una copia a mano y consultarla con la frecuencia necesaria.
Así se evitaría el que nuestros políticos perdieran el tiempo, que siempre se ha dicho que es "oro", en discusiones totalmente fuera de lugar y en contra de la Constitución, que han jurado (o prometido, que no se debería permitir), cumplir y hacer cumplir. Pero parece que muchos no han leído siquiera los primeros artículos, porque si hubieran leído los tres primeros, se hubieran enterado de que España es una sola nación, con un sistema democrático, una lengua común,  una monarquía parlamentaria y que todos los españoles somos iguales.
Y si esto no les gusta, no saben que todo se puede cambiar si se aplica el artículo 168 y que si alguien no cumple lo que debe, se le puede aplicar el 155. Pero claro, hasta ahí no han llegado. Y esto me recuerda un comentario de un gran político, que por desgracia no supimos aprovechar cuando, en coche en el centro de Londres, le pedí que se abrochara el cinturón de seguridad que ya era obligatorio dentro de la ciudad: "Las Leyes, nos gusten o  no nos gusten, están para cumplirlas. Y si no sirven habrá una forma de cambiarlas". Pues haberla, háyla.
Pues si la Constitución, aprobada por la gran mayoría de los españoles no nos gusta, se puede cambiar como la misma lo permite Pero mientras tanto hay que cumplirla. Desde su Majestad el Rey, hasta el último ciudadano, pasando por el Presidente del Gobierno y su corte de Vices,
¿Quién le pone el cascabel al gato? Solo veo dos soluciones: o los partidos mayoritarios se ponen de acuerdo o esto acabará muy mal. Aunque lo mejor sería que el que no esté de a acuerdo con las Leyes actuales, que se vaya a Venezuela y nos dejen tranquilos.
Majestad, ¡No nos deje solos!