jueves, 8 de octubre de 2009

AGUSTÍN DE FOXÁ



Me ha llamado la atención la foto, en ABC de ayer, de Aquilino Duque hablando en público en la calle. Claro que Aquilino sabe de aquellos oradores del Hyde Park de Londres, que hablan al público subidos en un cajón de madera en la Speacker' Corner.
Pero me ha llamado mucho más la atención el motivo de tener que hablar en público en la calle porque hayan cancelado el homenaje a un escritor, poeta, novelista, dramaturgo y ensayista, como Agustín de Foxá, que murió hace cincuenta años. Yo tengo que reconocer que no he leído de Foxá más que algunas de sus terceras de ABC, que recuerdo con deleite. Creo que eran de su época de Embajador en la Santa Sede.
Lo más sorprendente es que después de autorizar el homenaje, lo hayan suspendido por ser, según IU, un franquista y un falangista. Esa es una forma muy peculiar de entender la democracia. Esa es la dictadura comunista. Esas son las ideas de los que mandan con 25,000 votos en el Ayuntamiento de Sevilla. Esos son los primeros que perdieron la Guerra Civil en Sevilla en julio del 36 y quieren ganarla ahora empezando por la misma ciudad que fue la primera en derrotarlos. O sea, los que le están haciendo el juego al rojo de Zapatero.
Es cada vez más evidente, que todo el invento de la memoria histórica va encaminado a dividir otra vez a los españoles buscando otra guerra civil a ver si ahora la ganan los rojos.
La Historia se puede tergiversar, se puede manipular pero al final resplandece la verdad y se sabe la realidad de los que pasó, sus motivos y sus consecuencias y por supuesto la realidad de sus personajes. Ya, y con razón, decia Franco: Dios y la Historia serán mis jueces.

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