domingo, 29 de octubre de 2017

BANGE 155

Bange no significa "artículo", así que no se asuste que no quiero volver a darle la lata con ese artículo de la Constitución, que como todos ellos deben ser cumplidos, especialmente por los políticos. Ha quedado claro que la Ley funciona y el que se la salta es un delincuente que debe pagar por ello.
Y esto no es nuevo, ya en 1931 los Jueces del Gobierno Republicano juzgaron y condenaron a Companys a 30 años de cárcel e inhabilitación por vida. El Frente Popular que ganó las discutidas elecciones de 1936 lo indultó y fue Presidente de Cataluña durante la Guerra Civil. Algo no muy bueno haría, porque juzgado por el Gobierno (que algunos llaman golpista), fue condenado a muerte y fusilado en 1940. No creo que el Gobierno de Franco lo condenara por su golpe contra la República declarando la independencia de Cataluña. Así que el señor Puigdemont debe tener cuidado, aunque ya no se fusila a nadie.
"Bange" es una palabra rusa que significa "golpear" y el Bange 155 un cañón que golpeaba bastante. Los primeros Banges 155 llegaron al puerto de Cartagena en junio de 1937, a bordo del "Cabo de Santo Tomé", en una partida inicial de 16, como parte de las ayudas que Stalin prestaba al ejército republicano. Lo de prestar es una forma de hablar, porque todo lo "prestado" ya estaba "pagado" con el oro que se llevaron a Rusia. El ejército republicano los destinó a ocho baterías de dos y reservó uno para las prácticas de los futuro artilleros. Sus cañonazos eran tan eficaces que la propaganda republicana amenazaba con el uso de los "cañones del quince y medio", que pronto se hicieron famosos y más pronto todavía, empezaron a caer en manos de los golpistas, que algunos seguimos llamando "nacionales".
Tengo que aclarar que he buscado el significado de Bange en el traductor de Google y me suena como correcto, ya que el Bange golpeaba con mucha eficacia. En los años cuarentas del pasado siglo estudiaba el Bachillerato del Plan 1939, en plena II Guerra Mundial y dicho plan, haciendo un alarde de democracia y previsión de lo que pudiera pasar, obligaba a estudiar Francés o Italiano, en los primero cursos y Alemán o Inglés en los cursos superiores. Los franceses eran enemigos de los ingleses y luego de los alemanes y los italianos eran amigos de lo alemanes y franceses y más tarde enemigos de los primeros y amigos de los segundos. O sea un verdadero lío que nadie sabía como acabaría. Yo escogí Francés e Inglés y aunque no se aprendía mucho, si pude entenderme en Francia y en Marruecos en los años cincuentas y en Inglaterra a partir de los sesentas. Ahora parece obvio que el que manda es el inglés, que lo tenemos hasta "in the soup". Lo que no está muy claro es si es debido al recuerdo del Imperio Británico o a la importancia e influencia del predominio de Estados Unidos, (de américa, no de la Unión Europea que algunos quieren romper).
También hay que recordar que en aquellos años se hacían chistes con los idiomas, típicos del humor andaluz. Por ejemplo, cómo se decía en alemán: "está lloviendo". Era tan evidente como "gotas kaen" con pronunciación gutural. El más famoso era decir en ruso que no había "nadie en el bar." "Ni kisqui en la taska". Esto lo sabía hasta el limpiabotas del Bar La Viuda.
Tengo que aclarar que en aquella época, los certeros y desbastadores cañonazos del Bange 115, se amenazaban como "Un cañonazo del quince y medio" No tengo idea en que unidad se median los cañones, pero sospecho que 155 en una unidad, sería el equivalente a 15,5 en otra. Posiblemente los rusos midieran en milímetros y los españoles en centímetros. Cuestión de en donde ponemos la coma.
¿SE LE CAERÁ EL PELO?