lunes, 21 de agosto de 2017

BANDERA DE ESPAÑA EN LOS TOROS

La bandera d España siempre ha estado presente en las corridas de toros. Para eso se le considera la Fiesta Nacional. Por eso los muchos  descerebrados que quieren romper España están en contra de las corridas. Hasta se ha dicho que eran "franquitas". Supongo que sería porque a Franco le gustaban los toros, asistía a muchas de ellas, los matadores solían brindarle un toro y cuando terminaban se faena subían al palco a saludarle. No creo que por orden del dictador, sino por cortesía y educación. Luego vino la Monarquía y el Rey Don Juan Carlos I, también demostró y sigue demostrando, su afición a la Fiesta, como lo fue su madre. El Rey actual Don Felipe VI, también asiste a las corridas aunque parece ser que no tiene la afición de su padre o su abuela.
La bandera de España siempre ha estado en las corridas, ondeando sobre el palco presidencial, sobre las cabezas de las mulillas, en el color de la banderillas, en los capotes, y hasta en el ruedo que se tiñe de sangre y arena.
Esto quiere decir que los toreros respetan los colores de nuestra bandera. Cuenta la historia, que el gran Manolete, en su debut en la Plaza de Méjico, allá por los años cuarenta del siglo pasado, ya terminada la Guerra Civil, notó que junto a la bandera Mejicana, ondeaba la Española en su honor. Pero era la bandera tricolor de la II República. Se negó a hacer el paseillo, y por tanto a torear, hasta que pusieran la restaurad roja y gualda. La corrida se suspendió por el tiempo necesario de enviar a alguien a la Embajada de España y solicitar una bandera para sustituir a la que habían estado utilizando durante los cinco años de la República.
Al cabo de setenta años hemos vuelto al pasado. Que un matador brinde al público un par de banderillas es algo más que corriente. Que las banderillas lleven los colores de España es tan frecuente como el que lleven los colores de la bandera de la Comunidad o la de la ciudad o la del pueblo. Que unos aficionados (a discrepar) le piten no tiene nombre, por mucho derecho que de la libertad de expresión, El desacato a los colores de nuestra bandera debería estar penalizado, como lo está en muchos países de nuestro entorno. Estamos llegando a un límite insostenible. Pitadas al Rey, a la bandera, al himno nacional.... se están haciendo tan frecuente que habría que pararlo antes que lleguemos al extremo irremediable del enfrentamiento personal.
Lo ocurrido en la Plaza de Bilbao no tiene más que un comentario.
Maestro, ¡olé tus cojones!