domingo, 6 de enero de 2019

COMIENZO DE 2019

Año Nuevo, vida nueva, es un antiguo y sabio dicho, para cambiar lo que no va bien. Por supuesto con la idea de que vaya mejor. Pero no siempre se cumple y 2019 ha comenzado al revés. Lo que no ha ido bien en 2018 no se ha cambiado para que vaya mejor, sino todo lo contrario. En solo cuatros días del nuevo año, muchas cosas que iban mal se han cambiado para que vayan mucho peor.
Ya se puede figurar usted que me refiero a la política española. Desde el descalabro del Partido Socialista y el gazpacho de Podemos con sus varios aliados, en las elecciones del dos de diciembre, la izquierda se ha "desmocratizado" hasta tal punto, que no aceptan que un nuevo partido haya podido convencer a 400,000 votantes para que le den 12 escaños, cuando no tenían ninguno. Y saltándose la regla número uno del sistema democrático, han arremetido contra el intruso.
Los insultos, apelativos y adjetivos que le vienen dedicando dice muy poco de los que no saben perder. Se han dado cuenta de que los andaluces, por fin, queremos un cambio de régimen, cosa normal en la democracia. La última perla contra el evidente cambio de los andaluces es: "El Gobierno tacha de "inadmisible" que PP y Cs pacten con Vox". Como mis lectores saben muy bien, yo no soy de Vox, pero ni me molesta ni me asusta. Después de todo, muchos de sus fundadores, Ignacio Camuñas, Alejo Vidal Cuadras, José Antonio Ortega Lara y el actual Presidente Santiago Abascal, militaron en el Partido Popular. Este último fue Presidente de Nuevas Generaciones de Euskadi. Lo que quiere decir que empezó bastante joven.
Quizás lo que asusta a la izquierda española es precisamente eso. Que los jóvenes no sean todos de izquierda. También el Presidente de Ciudadanos Alberto Rivera inició su carrera política a temprana edad y tuvo contactos con Nuevas Generaciones,  al punto que se llegó a asegurar que había pertenecido a ella, cosa que el negó asegurando que nunca había tenido carné del PP.  Pablo Casado fue presidente de Nuevas Generaciones de Madrid de 2005 a 2013.
Tres Presidente de tres partidos de derecha es natural que lleguen a un acuerdo, que no le guste a las izquierdas, cosa totalmente creíble porque piensan que son enemigos en vez de adversarios. Si acuerdos con Vox es "inadmisible", (como llama usted al acuerdo del PSOE con los que le han ayudado a Sánchez a ser Presidente?.
Otra cosa es la fallida exhumación de los restos del General Franco, Jefe del Estado Español, ahora conocido como "el dictador", de la tumba en la Basílica del Valle de los Caídos. Fue una de las primeras promesas del Presidente Sin Votos, que cumpliría antes de que terminara el verano. Claro que no dijo de qué año. Parece que va para largo. La familia se opone, el Abad no autoriza la exhumación, el Gobierno quiere saltarse las Leyes y otra vez van a pedir al Vaticano que lo permita. ¿Para ir ganando tiempo?. Peor para ellos, porque con todo esto, las visitas al Valle de los caídos han aumentado un 24%.
Acabo de leer la noticia de que el Vaticano se ha dado prisa en contestar al Gobierno, que la exhumación de los restos es cosa de la familia y la Basílica es la que tiene que dar permiso, Parece que el Presidente Sin Votos estaba dispuesto a entrar en la Basílica por la fuerza y le ha recordado que el Concordato con la Santa Sede, que sigue vigente, ampara la inviolabilidad de la Iglesia. Así que otro recurso, y más tiempo para que se convenzan de que el "dictador" sigue ganando batallas después de muerto. 
La famosa ley del embudo se va a convertir en la norma más aplicada de la Justicia. A Eduardo Zaplana,  en prisión preventiva, acusado de delitos monetarios, aquejado de una grave enfermedad, no se le permite la libertad para poder tratarla en un Hospital y sin embargo a "la manada" ya condenados a prisión por delitos más grave, se se les permite.
A Vox, nuevo partido de derechas que ha surgido del centro derecha que representa el Partido Popular, le llaman facista, xenófobo, nazis, facha, antifeminista, antigays, antiextranjeros, o franquistas, con los que no se puede pactar. Sin embargo, si se puede pactar con nacionalistas, separatistas, comunistas, podemistas y terroristas.
La mejor solución a la situación política española sería un buen acuerdo de que los tres partidos de derecha se unieran en uno solo. Don Manuel lo consiguió en los primero años de la democracia, Aznar lo afianzó en su mandato. Con buena voluntad y mejor entendimiento podría nacer el Partido Popular de Ciudadanos de Verdad, (siglas PPCV), para gobernar España con mayoría suficiente para los cambios que sean realmente necesarios y dar tiempo al Partido Socialista para ponerse las pilas y volver a ser el Partido Socialista de Gonzalez y no el de Zapatero y menos, el de Sánchez.