martes, 8 de noviembre de 2016

ELECCIONES, EN U.S.A.

Acabo de leer el periódico y me he quedado con dos noticias a las que se les da bastante relevancia. La primera, la encuesta de octubre de CIS sobre la intención de voto en España y la segunda con las lecciones que hoy se están celebrando en lo Estados Unidos de América. Esta ocupa más espacio porque tiene más impacto mundial. 
La primera tiene menos relevancia porque, de momento no se han convocado elecciones en España, Ni Dios que lo quiera, como diría la Faraona, que dicen que era más bien franquista. Pero si tiene una lectura muy interesante respecto a que, según la encuesta, se produciría el sorpasso de Podemos sobre el Partido Socialista. Pero no porque socialistas se hayan hecho podemistas, Podemos no gana votos, pero el Partido Socialista los pierde a chorros. Y eso si es malo. Es ahora cuando el PSOE debe reconstruirse para ser, al menos lo que fue, y no permitir que Rajoy tenga que convocar unas elecciones anticipadas, ayudando en aquellas cuestiones de Estado, como los presupuestos, la economía, la creación de empleo y la unidad de España, sin olvidar las reformas pendientes. Unas elecciones anticipadas podrían ser la total ruina para el PSOE y la subida de Podemos a segunda fuerza política y por tanto con opción de gobierno.  
La segunda noticia viene ocupando páginas y ondas desde hace mucho tiempo, por la importancia que puede tener para la economía mundial el impacto del populismo americano que lidera Donald Trump. Leo que los 1,044 americanos que viven en Sevilla de los 5,000 que residen en Andalucía y que posiblemente ya han votado todos por correo, están a favor de Hillary Clinton, hasta el punto de que uno de los entrevistado, ha declarado que si gana Trump, se quedará a vivir en Sevilla. Y es que Sevilla tiene otro sabor.
Aunque tengo que confesar que yo había decidido volver al Reino Unido, si el Guapo y el Coleta formaban gobierno, pero como lo ha formado Rajoy, me quedo. Y espero que sea para el resto de la vida que Dios me de, porque los españoles van sabiendo lo que es el extremismo radical y lo que está pasando en los sitios en los que gobiernan Podemos y sus marcas blancas, o mejor dicho rojas, y el movimiento populista está perdiendo fuerza. Que así sea.