jueves, 27 de julio de 2017

LA ALEGRÍA DE SAN CHEZ

San Chez debe estar en la Gloria, lleno de alegría por el show de ayer, en la Audiencia Nacional, de todos (o casi todos) contra el P.P. En este caso, y propio de San Chez, contra Mariano Rajoy. Y no contento con el resultado se ha anticipado como siempre, a los jueces y ha declarado que Rajoy debería dimitir "por dignidad". En mi modesta opinión, él debería haber dimitido irrevocablemente la primera vez que perdió las elecciones que ganó Rajoy. Y debería haber dimitido, no "por dignidad", sino "por Vergüenza", con letra mayúscula. Vergüenza de haber llevado al Partido Socialista al peor resultado electoral de su historia. En cualquier país demócrata que se precie, así debería haber sido.
Supongo que ya habrán leído, visto y escuchado, todo o parte de lo que ayer por la mañana pasó en la Audiencia Nacional. así que no voy a perder el tiempo en repetir lo que otros han dicho ya. Hágase usted su propia idea, según el medio por el que se haya enterado. He revisado la prensa británica y no he encontrado nada sobre el primer interrogatorio a un Presidente español como testigo en un juicio. Lo que si he encontrado es el descenso del paro en 340,700 empleados, que hace bajar la tasa del paro a un 17% y menos de cuatro millones, con lo que volvemos a cifras de hace nueve años. Esto coloca a España a la cabeza del crecimiento económico, que es más importante.
Pero esto, a San Chez, le importa un bledo. Ha quitado la "O" de obrero y la quiere sustituir por la "C". Lo que no deja claro es si es la "C" de comunista o la "C" de contra el PP. Más bien debe ser lo segundo, porque para comunista ya tiene la "P" en sus siglas que más bien serán por Podemos, que por Partido. Porque el Partido está cada día más dividido, enfrentado, desorientado y, lo que es peor, en vías de extinción.
Lo que si quedó claro es que cuando el caso Gürtel, Rajoy no tenía responsabilidad económica en el Partido. Solo política y en lo que correspondía a sus cargos en el Partido, por lo que no tenía por qué saber como andaban las cuentas. Y se muy bien, que es así.
Ya he contado en otra ocasión que en mis diez años como Presidente de la Gestora en Gran Bretaña, hasta mayo 1996, asistía algunas veces a las reuniones de la Junta Directiva Nacional, que se celebraba el primer lunes de cada mes. El Partido me reservaba y pagaba la noche de hotel, pero el pasaje lo tenía que pagar en el Reino Unido. Antes de entrar al salón de actos, dejaba un sobre con el pasaje de avión y mi carnet de identidad, con una de la chicas de la Secretaría. Cuando terminaba la reunión, recogía el sobre, casi siempre el mismo) con el pasaje, el DNI y el importe en pesetas. Siempre me costaba el dinero porque incurrían dos cambios de moneda. Yo pagaba en libras, me pagaban en pesetas y después tenía que volver a cambiarlas a libras, con diferentes cotizaciones de moneda y comisiones bancarias. Jamás conocí al Tesorero del Partido, que en aquellos tiempos no era Bárcenas.
Yo no veo ninguna corrupción en que un partido político, se gaste "su dinero! en lo que mejor le parezca, incluyendo "sobresueldos", que deben ser declarados a Hacienda por el que lo recibe. En cuanto a la financiación de los partidos, estos deben ponerse de acuerdo para de, de una vez y para siempre, se reglamente por Ley con la necesaria transparencia.
Terminado el interrogatorio de ayer y el momento glorioso de las izquierdas de ver al Presidente del Gobierno, ante jueces y fiscales, este se marchó a la Comisión Parlamentaria sobre la violencia de género, en la que no estaban ni San Chez ni el Coleta. Estaban más interesados en hacer declaraciones a la prensa que en defender a las mujeres. El primero, para pedir la dimisión de Rajoy y el segundo para animar al primero a presentar otra moción de censura. ¿Para acabar de una vez con Rajoy?. No. Para dejar otra vez en evidencia al líder del PSOE, que se están quedando solo en la "P" de partido y acabará siendo la "P" de Podemos. Palabras de mi amigo Gracián: "Y El Guapo sin darse cuenta".
Menos mal que los españoles si se dan cuenta.