martes, 21 de febrero de 2012

XVII CONGRESO DEL P-P-

Ayer se clausuró el Congreso del Partido Popular celebrado en Sevilla. Gracias a las nuevas tecnologías y a la cobertura de los canales de televisión, pude ver, prácticamente todo y oír las intervenciones de los oradores. Ya se que no es lo mismo que si hubiera estado allí. Pero me alegré porque desde hace algún tiempo, posiblemente me estoy convirtiendo en un viejo sentimental, cada vez que oigo hablar de España o de Don Manuel, se me saltan las lágrimas y no me gusta tener que sacar el pañuelo delante de la gente. Y de España y de Don Manuel se habló bastante y bien. No creo que haya habido en España una persona que la haya llevado en la mente y en el corazón como Don Manuel. Y que le haya dedicado toda una vida, generosa y profundamente a servirla. Y allí estaba Don Manuel presidiendo desde una enorme fotografía y en la exposición dedicada a su recuerdo.
¿Que voy a decir del Congreso que no se haya dicho en la prensa, en la radio o en la televisión. Conviene señalar, que Televisión Española a través de su canal 24Horas, le ha dado completa cobertura con todas los discursos. En ellos se ha plasmado la idea de España como nuestra Patria, de la que debemos sentirnos orgullosos y por la que debemos de luchar, aunque sea con grandes sacrificios, para llevarla de nuevo al lugar que le corresponde en el mundo. Se han dicho las cosas claras, sin mentir como hacen otros, para que los españoles sepamos claramente que tenemos un Partido grande, con más de 900,000 afiliados, con un Presidente que sabe lo que hace y una cúpula de experimentados políticos dispuestos a trabajar y reformar todo lo que sea necesario hacer y reformar. Ya hemos visto que, en solo siete semanas, se ha hecho más que el Gobierno anterior hizo en siete años.
Siento haber perdido la oportunidad de saludar al Presidente y a todos los amigos y compañeros con los que conviví durante los 10 Congresos a los que asistí en mi  modesta trayectoria política. Los que se han ido para siempre, como Don Manuel, Loyola de Palacio o Rafael Cerezo. Los que ya no están ahora como Abel Matute, Eduardo Zaplana, Antonio Hernández Mancha, Guillermo Perinat o Francisco Alvarez Cascos. Y los que continúan al pié del cañón, como José María, nuestro Presidente de Honor, Javier Arenas, Federico Trillo, Alberto Ruiz Gallardón, Gonzalo Robles, Cristobal Montoro, Juanjo Lucas y los presidentes de las Gestoras en el exterior. Y las extraordinarias mujeres, que no necesitan cuota porque destacan por su valía, como la tres Anas, Botella, Mato y Pastor y las que no necesitan apellidos, como Soledad, Teófila, Rita, Celia y nuestra paisana Fátima. Me he quedado sin conocer personalmente a esos nuevos valores femeninos que son Soraya y María Dolores.
A todos ellos le envío un cariñoso saludo y les animo a que no desanimen un solo instante y hagan lo que tengan que hacer con la confianza de que es posible volver a poner España en el sitio que le corresponde.  Ahora nos queda el reto de Andalucía.
Aquellos que pensaban que el Congreso podía cambiar la mención al "humanismo cristiano" y aceptar el "matrimonio homosexual" se han llevado un desengaño del que sinceramente me alegro. No por ellos, que como siempre aceptarán democráticamente la decisión mayoritaria del Congreso, sino porque demuestra que somos un partido sólido, unido, consecuente con nuestros ideales y abierto a todos  sin discriminación. Somos un Partido de Gobierno dispuesto a Gobernar con el respaldo moyoritario de los españoles.