jueves, 17 de diciembre de 2009

MENTIRAS




Cuando estudiábamos en el colegio el Catecismo del Padre Ripalda, la contestación a ¿Que es mentir? era: Decir lo contrario de lo que uno siente. Lo sabíamos todos y creo que es muy claro. Cuando el 11-M, el Partido Socialista acusó al Gobierno del Partido Popular y, especialmente al Presidente Aznar, de mentir, de mentir al pueblo por achacar, desde primera hora, el atentado a los criminales de la ETA. Personalmente no creo que mintieran. Todos pensamos en la ETA desde un principio. Pero la campaña destructiva de los socialistas se empleó a fondo y Rubalcaba hizo famoso el slogan de "No nos merecemos un Gobierno que miente" Eso caló en la mente de los españoles sin criterio fijo y ganaron las elecciones. ¡Vaya lo que ha venido después!
Han pasado más de cinco años y medio de aquello y a Rubalcaba y sus acólitos se les ha olvidado el slogan. Ahora no importa mentir, desde el Presidente del Gobierno hasta el último socialista del montón. Ya a Felipe González, en los últimos años de su Gobierno, se le retrató con la nariz de Pinocho bastante larguita. Ahora es Rubalcaba el que aparece de esa guisa, los próximos pueden ser el Juez Garzón con lo del pago de sus viajes a New York, Moratinos que no sabía nada del caso Haidar (lo que no sabe es como resolverlo), el Presidente que tiene fama de no haber dicho una verdad en su mandato, la vicepresidenta de la Vega, la ministra de Igual da, como dice Antonio Burgos, y siga usted contando. Hasta el ex-alcalde de mi pueblo se ha contagiado y no hay un Pleno o Boletín en el que no cuente alguna. O sea que la mentira se ha generalizado de tal manera que ya nadie sabe lo que es mentira o lo que es verdad.¿Nos merecemos un Gobierno como este? Pues ya es hora que los ciudadanos, usando todos los medios que la democracia pone a nuestro alcance. le obliguemos a dimitir, con lo cual quedarían como unos señores, porque al paso que van pueden terminar en los Juzgados o en la cárcel. Yo confío en que todavía quedan Jueces que saben cumplir con su deber, es decir, con la Ley.