martes, 3 de octubre de 2017

¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO

Eso le dijo Rajoy, en un debate en televisión, a Pedro Sánchez cuando este, con chulería muy poco democrática, le llamó indecente. ¿Lo recuerdan?, pues yo si lo recuerdo, Porque me pareció de una bajeza impropia de un político que pretendía ser el Presidente de España.
A partir de aquello, la credibilidad de Sánchez ha ido de mal en peor. Ha pasado por una travesía en el desierto y ha vuelto a liderar el Partido Socialista, para seguir dividiéndolo y cederle el liderazgo de la izquierda a los impresentables de Podemos. Iglesias ya lo ha intentado con sus comentarios y la mención de pelotas de goma y cañones de agua. Y no contento con eso, el otro Pablo, Echenique por nombre, oriundo de Argentina y con viperina lengua, también le dedicó unos insultos a Rajoy, que no quiero repetir. (Búsquelo en internet en El Plural.Com)
En su entrevista de ayer con el Presidente, Sánchez demostró por enésima vez su inconsistencia política exigiendo a Rajoy el dialogo con Puigdemont y con Iglesias. ¿Piensa él que se puede dialogar con los que, emperrados en sus exigencias, no son capaces de bajarse de burro?. Todo menos acordar con el Presidente del Gobierno, que hasta aquí hemos llegado y que hay que aplicar de una vez el artículo 155.
Sin embargo Rivera, que es catalán y debe conocer bien a sus paisanos, le ha pedido al Presidente la aplicación inmediata del mencionado artículo.
Pues mire,si de verdad creemos en democracia, dos votos contra uno es mayoría absoluta. Así que, Presidente no lo dude, aplique el artículo 155 de la Constitución, aprobada por la gran mayoría de los españoles y que usted juró respetar y hacer respetar, Y el que no la respete, que asuma las consecuencias, que para eso están los Jueces.
Los enemigos de España, principalmente los españoles, que quieren romperla, deben de saber a qué atenerse. Si no paramos este golpe corremos el peligros de que después vengan los vascos, luego los gallegos y como dijo nuestra Presidenta, ¿y por qué no los andaluces?. ¡Hasta aquí podríamos llegar!. ¡No es esto, no es esto!, dijo Ortega y Gasset de la II República.