Mientras Rajoy viajaba a Melilla a pulsar el ánimo de los españoles y sus problemas con los moros, viaje que ha sido elogiado (cuidado con los elogios) por Zapatero, a toro pasado después del rechazo inicial, Nuestro Presidente negociaba una entrevista con el Rey de Marruecos. Pero no en Rabat, sino en Nueva York. Y no en una entrevista cara a cara para aclararle de una vez por todas, que no tiene derecho alguno reclamar nuestras ciudades del Norte de África, sino para hacer el paripé de que defiende los intereses de España. Y ¿a cambio de qué?. Eso es lo peligroso, porque de nuestro Presidente se puede esperar cualquier cosa. Ya ha dividido España. Todos contra el P.P. y ahora quiere dividir nuestras relaciones internacionales. Ya está seleccionando descaradamente a sus amigos: Cuba, Venezuela, Ecuador,Marruecos y últimamente, China. Menos Marruecos, que es una monarquía parlamentaria ????, los otros son los últimos reductos del comunismo. Nada de extrañar, porque el mismo ya se había declarado rojo. Y Dios los cría y ellos se juntan.
Mohamed VI viaja a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas para defender la propuesta marroquí sobre la autonomía del Sahara Occidental, con la que parece ser que Zapatero está de acuerdo. Zapatero acude para analizar los Objetivos del Milenio para Erradicar la Pobreza en el Mundo. Dos asuntos totalmente diferentes. Mohamed VI para quedarse con parte o todo el Sahara y Zapatero, para acabar con la pobreza en el mundo. Cuando realmente donde tiene que erradicar la pobreza que produce el desempleo, es precisamente en España. ¿Tendrán tiempo de reunirse para arreglar las relaciones entre los dos países? Porque es posible que todo se quede reducido a un saludo, estilo Bush, de "Hola, amigo Zapatero" y una respuesta de: A los pies de Su Majestad.
Presumimos de buenas relaciones y ni España tiene embajador en Rabat, ni Marruecos en Madrid, pero eso si, viajes de Moratinos, Rubalcaba, llamadas del Rey de España y posible entrevista de Mohamed VI y Zapatero, para que no se arregle nada, porque el Gobierno español, con mucho talante, mucha buena voluntad, mucho dialogo y mucho concenso, carece de la suficiente firmeza para poner las cosas en su sitio.
¿Será verdad lo de la propuesta de soberanía compartida de Cauta y Melilla? Espero que solo sea un bulo, porque de ser verdad, sería vender parte de España. Ya caímos en la trampa de compartir el aeropuerto de Gibraltar, construido en tierra de nadie y ampliado en aguas españolas y ya vimos lo que pasó. Mucho bombo con el primer vuelo de Iberia y al poco tiempo la cancelación de los vuelos por falta de interés. Pero sobre Gibraltar ya hemos dicho bastante, aunque todavía queda mucho.
