miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL COSTE DELAS SETAS

Plaza de la Encarnación antes de las Setas
No lo sabe ni el ayuntamiento, que perece que va a iniciar una auditoria para averiguar el coste total. El señor Monteiserín, al que solo le falta una "r" , para que digan que tiene la cabeza de serrín (nada más acorde con las setas de madera), debe haber estudiado en el mismo colegio que Zapatero, la carrera de economía y empresariales, que le ha permitido dejar al Ayuntamiento de Sevilla más tieso que la mojama.
 El presente Ayuntamiento tiene que modificar los presupuestos para hacer frente a los impagos que les reclaman los Tribunales a favor de Sacyr, la empresa que construyó las setas, ya que ha habido incumplimiento de contrato. Ya ha fallado el TSJA a favor de la empresa por 36,5 millones de euros, que se ha negociado para rebajarla a solo 2,5, pero hay que aumentar casi millón y medio más. Y para colmo habrá que pagar a dicha empresa 350,000 € anuales por el mantenimiento de la estructura.
He podido leer que no es solo esto lo que Monteiserín dejó si pagar, sino que se calcula que son un total de unos 300 milloncejos lo que costó las ideas del Alcalde. Mi amigo Gracián dice que "El dinero se hizo en monedas redondas para que rodara, después en papel para que volara y ahora en tarjetas de plástico para que no se vea".
ABC publica hoy relación de facturas impagadas y calcula que con ese montante hubiera sobrado para construir la Linea 3 del metro. Incluye 7 millones por la ampliación de Fibes, 8,5 millones por indemnización a Mercasevilla, 200 millones por convenios urbanísticos y los ya mencionados de las Setas de Sacyr. Una pasta.
Al señor Monteseirín no le han acusado todavía de corrupción. Dicen que está ejerciendo su licenciatura en Medicina y Cirugia. Hay que desearle, por el bien de sus pacientes, que sea mejor medico que alcalde.
Bien es verdad que en sus doce años de alcalde se alcanzaron muchos y variados logros en Sevilla, pero con tal descontrol del dinero de los sevillanos, que al final de todo tendrán que correr con las facturas que quedaron en el fondo de los cajones. Ahí queda el tranvía del centro, el carril bici, la terminación de la primer linea del metro, las viviendas de protección oficial, las reformas de plazas y calles, las zonas peatonales, la ordenación del tráfico en el centro y su polémica y costosas SETAS. Después de todo dicen que el dinero no hace la felicidad.