martes, 12 de marzo de 2019

ENCUESTAS 11 DE MARZO

Ayer se publicaron varias encuestas sobre los posibles resultados de la próximas elecciones generales del próximo mes. Me traen a la memoria la contestación de José María Aznar a un periodista en una rueda de prensa en enero de 1996 en Londres. Le preguntó que opinaba sobre las encuestas que le daban como ganador de las elecciones de aquel año. "Yo prefiero opinar en las del día siguiente a las elecciones". Y las ganó.
Todas las que he visto, dan como ganador al Partido Socialista, aunque el trío de la derecha podría tener mayoría absoluta y formar Gobierno como ha pasado en Andalucía. Y yo me pregunto: ¿No sería mejor que toda la derecha como toda la izquierda estuvieran unidas?. Todo funcionaría mucho mejor. Pero parece que los españoles no hemos captado la esencia de la democracia, que es el respeto a la opinión de los demás "aunque no coincida con la nuestra" y seguimos empeñados en respetarla "solo cuando coincida con la nuestra". Y el respeto comienza dentro de los partidos. ¿Porqué tenemos tres derechas, tres izquierdas y decenas de otros partidos, regionales, independentistas, nacionalistas, radicales, filoterroristas, verdes y hasta antitaurinos?. Ya se lo dijo Franco al Embajador Americano cuando estaban preparando el viaje de Eisenhower a España, donde "había 32 millones de presidentes".
Hasta El Sin Votos, España ha estado gobernada por la izquierda y la derecha representada por el PSOE o el PP, que han sido los más votados. Ahora tenemos un Presidente que no ha ganado unas elecciones, sino una moción de censura, que gobierna con la ayuda de varios variopintos partidos y solo 84 diputados, situación que ya se ha hecho insostenible y le ha obligado a convocar elecciones anticipadas.
¿No sería mejor tener un partido de derechas y otro de izquierda fuertes, sólidos centrados y unidos que se alternaran en el poder y fueran capaces de mejorar lo que hace uno, en vez de derogarlo y hacer otra cosa?. Los afiliados a esos partidos tendríamos que votarlos mientras tengamos su carné en el bolsillo, pero el resto de lo españoles, esa gran mayoría que no está afiliada, aunque sienta simpatía por uno u otro, formarían el gran centro de votantes que decidirían con su voto, un gobierno fuerte, que si no cumple con su cometido, tendrían la oportunidad de cambiarlo en un máximo de cuatro años. Está demostrado que en una alternancia, el que entra, lo hace mejor, aunque el poder a la larga, siempre corrompe. Pero como, como dijo Lord Acton: "El poder corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente". El 28 de abril, el centro tiene la palabra. Así que los partido deberían presentar propuestas centradas para mejorar y no propuestas para dividir y que sea el centro de los ciudadanos los que decidan con su voto. Votar por España y no por los partidos.
A los españoles nos queda por aprender mucho acerca de la democracia. Ayer fue un día para recordar a las cientos noventa y tres víctimas mortales y más mil heridos del terrible atentado, que propició la derrota en las urnas del Partido Popular Popular, cuando las encuestas lo daban como ganador. Ayer hubo en toda España emotivos actos en recuerdo de la tragedia y la víctimas causadas, pero al cabo de quince años, seguimos sin saber nada del responsable o responsables autores del atentado. Hay que recordar la últimas palabras de José María Aznar en su comparecencia ante la comisión investigadora. "Estoy seguro de que si hubiera convocado las elecciones una semana antes, el atentado hubiera sido una semana antes". Terribles palabras que aglomeran muchas dudas.
No nos podemos fiar. Pedro Sánchez ha llegado a la Presidencia del Gobierno gracias a una moción de censura sobre la corrupción del Partido que fue votado mayoritariamente en tres consecutivas elecciones. Como si el Partido Socialista hubiera sido una hermanita de la Caridad, pura, limpia, honesta e inocente de cualquier irreguralidad.
Miedo me da pensar qué tramarán los enemigos de España, para impedir que la derecha española no sea lo suficientemente votada y unida para poder formar gobierno y los socialistas y sus acólitos puedan mantenerse en en el poder.