martes, 3 de mayo de 2011

MUERTE DE UN TERRORISTA




Hoy ya se puede leer en todos los periódicos las más recientes noticias sobre el final del terrorista más buscado del mundo. Se buscaba al más puro estilo de los bandidos americanos del lejano oeste, con el cartelito de: SE BUSCA. VIVO O MUERTO. Que siempre quería decir, mejor muerto que vivo. así se ahorraban el tener que ejecutarlo. Alguien me dijo una vez que los terroristas, mejor que en la cárcel, deberían estar en el cementerio. Es mucho más seguro, de las cárceles se escapan o lo dejan escaparse y además cuesta una pasta que pagamos entre los contribuyentes.


Los americanos y los británicos actúan eficazmente y aunque el asalto a la residencia de Bin Laden ha tardado casi diez años de espera, planificación y acción, se ha resuelto en cuarenta minutos y han muerto solo los que deberían morir. Un terrorista de esa calaña menos en el mundo, es una satisfacción para los que deseamos la paz en el mundo y no la guerra.
Me ha venido a la memoria el asalto a la Embajada de Irán en Londres en 1980. Un grupo de terroristas tomaron la Embajada y 29 rehenes y exigieron la libertad de 91 prisioneros del régimen del Ayatola Jomeini. El cerco policial duró seis días en los que tuvieron tiempo de preparar el asalto empleando aparatos sofisticados que les permitió oír las conversaciones, localizar a los prisioneros y los terroristas y preparar una entrada en una pared con el piso de al lado. Cuando los terroristas mataron al primer rehén la Operación Nimrod de la SAS británica entro en acción y en 17 minutos estaba todo acabado con el resultado de cinco terroristas muertos, uno herido (por equivocación), un rehén herido y 27 ilesos. Todos los británicos y medio mundo felicitó al Gobierno por la eficacia de la operación y la determinación de no negociar con terroristas.







Spain is different, y Felipe González, unos años más tarde, intentó acabar con la ETA de una forma poco ortodoxa pero rápida, y es que González no era Margaret Thatcher y los GAL no eran la SAS. Así fue la chapuza que contribuyó a envalentonar a los terroristas asesinos de la ETA y terminar con el primer gobierno socialista. El segundo gobierno socialista lo está haciendo aún peor. EL de Aznar, víctima de un atentado fallido, intentó acabar con el terrorismo de la ETA usando las armas que la legalidad de un estado de derecho permite y la profesionalidad de las fuerzas de seguridad del estado podían ofrecer. Casi lo consigue cuando las elecciones de 14-M y el atentado de los islamistas ¿de acuerdo con la ETA? tres día antes, le dieron el poder a los socialistas de Zapatero. Y este, en vez de seguir la campaña contra el terrorismo, se dedicó a negociar y darles oxigeno, olvidando el Pacto Antiterrorista, que él mismo, como líder de la oposición, había propuesto y firmado.
Pues eso es lo que tenemos porque una mayoría de españoles, entre socialistas de verdad, socialistas engañados, gente con cargos nombrados a dedo, amiguetes, agradecidos por favores y amarrados al pesebre, así lo decidieron con sus votos. Parece que ya, por fin, los españoles se han dado cuenta de adonde hemos llegado y suenan campanas de cambio que podrán poner fin a las dos legislaturas más nefastas que ha padecido España desde la Transición.



Ni España, ni los españoles nos merecemos este Gobierno que trata de engañarnos con mentiras diarias y que está demostrando una hipocresía extrema, que va desde llamar asesino a Aznar por enviar tropas a Irak a felicitar efusivamente a Obama por una operación, más o menos legal, pero efectiva, mientras deja que los terroristas se nos escapen con rumbo desconocido. Obama siguió la doctrina de Bush contra el terrorismo y la búsqueda de Bin Laden hasta que consiguió lo que el antecesor en la presidencia y el pueblo americano deseaban. ¿Por qué Zapatero no hizo lo mismo cuando la ETA estaba contra las cuerdas?