lunes, 22 de enero de 2018

SAN SEBASTIÁN

Fue el sábado aunque la Función Principal y la Procesión se celebraron ayer domingo. No se cumplió el dicho de lo que hace a las mocitas, que no quiero repetir no sea que la Junta de Andalucía me llame machista o me dedique uno de los apelativos comparando con animales pluma, pelo o tentáculos que se ha sacado de la manga para la campaña contra el piropo. Hacía frío por la mañana pero con un sol espléndido que nos acompañó todo el día.
Yo le tengo mucha devoción a San Sebastián porque resulta que tanto este Santo como la Virgen del Prado son los Patrones de las dos iglesias de mi vida. La de mi pueblo y la del barrio de El Porvenir de Sevilla, donde nací y me bautizaron. Bonita coincidencia. 
Además me enorgullezco de haber visto nacer la valiosa escultura en los talleres del escultor Sebastián  Santos. Fui varias veces con mi padre a ver la evolución de la obra y recuerdo que en la primera visita no era más que un gran trozo de madera preparada para el desbastado inicial. Poco a poco y con el uso de cinceles y gubias, aquel trozo de madera iba tomado la forma del gitano que servía de modelo al escultor, hasta el acabado final con limas, escofinas y lijas antes de la pintura final. No recuerdo cuantas visitas haría, pero todas las que pude, porque me fascinada como las manos de Sebastián (el escultor, no el santo) eran capaces de crear semejante maravilla. Reconozco mi ignorancia en arte, pero creo que la imagen de San Sebastián es una de las mejores (o quizás la mejor) que ha salido de las expertas manos del escultor. Lástima que no se haya podido realizar el proyecto del soñado Museo que podría albergar parte del valioso legado del artista. Ya vendrán tiempos mejores.
La Misa, puntual como nuestro párroco Don Jaime nos tiene  bien acostumbrados, comenzó con casi media Iglesia vacía, que poco a poco se fue llenando gracias a los familiares de los músicos de la Banda que acompañaría a la Procesión. Muy bonito el recorrido por el barrio de las Provincias con toda solemnidad. Los que recordamos a José Garfia (Pepe Tango, para entendernos) sabemos que las procesiones, para más solemnidad, más despacio. Pero esta cumplió su horario y fue solemne y bien acompañada.
Las preguntas que muchos nos hacíamos : ¿donde está la Banda de Higuera? ¿porqué toca una de otro pueblo? ¿quién paga esta?, tenían, como en las corridas de toros, división de opiniones. Cada uno daba la suya propia. Como mi no me gusta hacer ningún comentario sin estar bien informado, voy a decir, como Bertrand du Guesclin cuando ayudó a Enrique de Trastamara a matar a su hermano Pedro I de Castilla, cnocido como El Cruel, "Ni quito ni pongo Rey, pero ayudo a mi señor".
En este caso el "rey" es la Banda de Higuera y mi "señor" es mi pueblo. Y me parece de muy mal gusto traer algo de fuera, cuando es algo que tenemos nosotros. Y lo hago siempre que tengo ocasión. Por ejemplo: no se me ocurre beber otro aguardiente más que Martes Santo. Alguien me dijo un día que había otros buenos aguardientes más baratos. Me da igual el Martes Santo lleva más de cien años siendo de Higuera de la Sierra.