martes, 11 de febrero de 2020

LO ÚLTIMO DEL P S O E

La señora Lastra, Portavoz del Partido Socialista en el Congreso de los Diputados (que según la Real Academia de la Lengua Española, incluye a las Diputadas), se ha dejado caer, para "mejorar" a los comunistas, sus socios podemitas, asegurando que "Exhumaremos a las víctimas que aún yacen en las fosas comunes. Retiraremos las simbologías franquistas que aún queda en lugares públicos. Reformaremos el Código Penal, para que la apología y la exaltación del franquismo sean al fin un delito".  ¡Chúpate esa! diría mi amigo Gracián. ¡Me veo en la cárcel! digo yo, como me registren el despacho.
Supongo que querrá decir "los restos de las víctimas", porque las víctimas, están en la eternidad, en el recuerdo o posiblemente en el cielo. Porque en las fosas comunes se encuentran restos, que no tienen nada que ver con las víctimas de la guerra que algunos tratan de repetir. En  nuestro pueblo se ha profanado medio cementerio, se han exhumado montones de restos, no se han encontrado los de las pobres mujeres fusiladas, parece ser que si han aparecido los de los Guardias Civiles que murieron defendiendo su Cuartel del asalto de las hordas marxistas, llamados "rojos" y, para colmo, no sabemos que han hecho con los restos hallados o a quiénes pertenecen. Silencio total por parte de las autoridades que deben estar arrepentidos de semejante profanación y deberían dar excusas públicas a las familias de los afectados por esa masiva profanación. Entre otras cosas, por el dinero inútilmente despilfarrado. 
¿Sabremos algún día cuanto ha costado el retirar las simbologías  franquistas de los lugares públicos? ¿A dónde han ido a parar las obras de arte que eran las estatuas, a pie o a caballo, del Jefe del Estado Español, que ha pasado a la Historia como vencedor del comunismo? ¿Se ha tenido en cuenta el dinero y el trastorno a los habitantes de plazas y calles, que han tenido que cambiar su dirección por Plazas de la Constitución, por calles Santiago Carrillo, Dolores Ibarruchi, Miguel Hernandez o García Lorca, cuyos restos siguen inútilmente buscando, para colmo contra la voluntad de sus familiares.
Todavía es más curioso la promesa de cambiar el Código Penal para considerar un delito la apología o exaltación del franquismo. Estos son los que presumen de libertad. Será libertad para insultar a Su Majestad el Rey, quemar la bandera de España, pitar al Himno Nacional, agredir a la Policía, robar dinero público, desobedecer las sentencias judiciales, promover la pornografía, abortar a los que van a nacer o matar a los que quieren morir. Y yo me pregunto: ¿Llevarán a juicio a tantos escritores,  periodistas, oradores o simples ciudadanos, españoles y extranjeros, que hemos  mostrado nuestra admiración por Franco?.
Pues que empiecen, como ha hecho el Gobierno Chino con el nuevo hospital para luchar contra la epidemia del coronavirus, a construir cárceles para los delincuentes franquistas porque no vamos a caber en las actuales, aunque dejen salir a los terroristas, a los violadores y a los políticos presos. Si Unamuno dijo: "Me duele España", digamos nosotros con fuerza: ¡Arriba España!