martes, 27 de septiembre de 2016

CUARTO DÍA DE REFLEXIÓN

El primero fue el sábado. Hoy es martes. Y Míster NO continúa reflexionando si dimite o no dimite. Y yo esperando que lo haga para poder decirle: "Well done, boy". Me parece que me quedaré con las ganas. Y lo siento, no por él, sino por el Partido Socialista, que como el oso panda, está en peligro de extinción.
Su rechazo a la oferta de Rajoy el pasado 21 de diciembre, fue el error más grande que puede cometer un político. Rechazar la mano tendida del adversario sin escuchar sus propuestas. Si hubiera escuchado, dialogado, acordado y aceptado, ahora sería el Vicepresidente de un Gobierno de gran Coalición, de una España, que, a pesar de todo, va en el buen camino de la recuperación económica y creando puestos de trabajo. Pero ha preferido ir al libro Guinness como el peor líder de un partido de gobierno, que con sus errore y sus aciertos, ha gobernado en España y podría hacerlo de nuevo a su debido tiempo.
El Partido Socialista ha ido perdiendo el rumbo, desde que Felipe González, muy acertadamente, renunció al marxismo para convertirlo en un Partido de Centro Izquierda y formar parte de la Social-democracia Europea. Es decir en el Centro Izquierda como alternativa al Centro Derecha de la Democracia-cristiana. ¿Bipartidismo?. Pues si señor. ¿Para qué más partidos? Una derecha centrada y unida y una izquierda unida y centrada, que se alternen en el poder para mejorar lo que uno haga bien y enmendar lo que haga mal. De esta forma, los dos intentarían hacerlo todo bien para que los votantes siguieran dándole el voto. Una cosa son los Partidos y otra cosa los Votantes. Es lógico que los que tenemos en la cartera el carnet de un partido, votemos por él. Pero la gran mayoría del pueblo, que no tiene una afiliación, siempre votará por aquellos que lo hagan mejor y cambiarán su voto al adversario cuando no estén contentos, olvidando la ideología porque lo que les interesa es, simple y llanamente, vivir mejor.
Hoy un detalle del que no se habla o se habla muy poco. Los dos grandes grupos europeos llevan la palabra "democracia". Uno se declara "socialista" y el otro "cristiano". ¿Puede haber más similitud entre ambos? ¿Conoce usted una doctrina más social que la cristiana?. Pues entonces, ¿donde está la diferencia?.
Pues está en que cuando los políticos se olvidad de sus electores y se empeñan en el poder, vienen la radicalización, tanto de derechas como de izquierdas con falsas promesas, que el pueblo descontento quiere oír, convirtiendo la labor política en una lucha y confrontación de partidos, en vez de una cooperación de todos para el bienestar de los ciudadanos.
¿Soluciones? "Haberlas, hailas", como dicen los gallegos, que además saben lo que dicen y lo que hacen. Darles la mayoría al Partido que mayor confianza les da, en la certeza de que, si no les cumple, dentro de cuatro años tendrán ocasión de cambiar. La gran incógnita está en ¿a qué partido de una izquierda dividida votarán?. ¿Al PSOE renovado y centrado o a un Podemos (y sus marcas) totalmente radicalizado?. Si Míster No, consigue destruir a su partido, como intencionada o inconscientemente está haciendo, la alternativa a la derecha será Podemos. Como dijo Lola Flores cuando en Estado Unidos le preguntaron si hablaba inglés: " Ni Dios que lo quiera".