lunes, 22 de mayo de 2017

ME EQUIVOQUÉ

Lo reconozco y lo siento. Nunca es agradable reconocer los errores. Y lo siento por mi, por mis lectores, por el Partido Socialista (aunque usted no lo crea), pero sobre todo por España.
Nunca creí que los militante socialistas que han dado su voto a Sánchez, lo hicieran después del daño que ha hecho al partido y lo que es peor, el daño que todavía puede hacerle que puede llegar a barrerlo del mapa político español, por ser sustituido por Podemos. Con la desmedida ambición de llegar a la Moncloa, sea como sea, ha dividido al partido y sabiéndolo o inocentemente lo ha dejado en manos del tío de la Coleta. La ambición le ha cegado y hoy le han tendido otra trampa, que por sus ansias de protagonismo, puede que caiga en ella, Podemos le ha ofrecido que están dispuesto a retirar la moción de censura a Rajoy, si la presenta él. No se si con cianuro,  arsénico o botulina, pero está envenenada por todos lados, Por uno, para conseguir que con los votos de "todos contra el PP", pueda prosperar, por otro para lavarse las manos si no prospera y finalmente para acabar de dividir al Partido poniéndole en evidencia, tanto si prospera la moción como si no.
El objetivo de Iglesias, al menos por ahora, no es Rajoy. Es el Partido Socialista, Sabe que por mucha corrupción que le achaquen, las encuestas le siguen dando mayoría, que por mucha división interna que le endosen, es un partido sólido y unido que ha hecho y está haciendo mucho por España y los españoles, que aglutina los votos de derecha y de centro y que los españoles no están por un populismo que tanto mal está haciendo, bien sea de derechas o de izquierdas.
Los próximos días y semanas van ser muy movidos. Tanto que ya estoy pensando en tomarme unas vacaciones hasta que escampe el temporal. Aunque, pensándolo bien, me gustaría equivocarme otra vez en mis predicciones y que Sánchez fuera capaz de renovar al Partido en la dirección correcta.