viernes, 13 de agosto de 2010

OTRA VEZ GIBRALTAR IX




Otra vez, y van nueve, tenemos a la Roca en las noticias. Ahora porque al alcalde de la Linea de la Concepción se le ha ocurrido poner un canon de cinco euros a los coches que pasen al Peñón. Pues me parece muy bien. El que quiera pasar, que pague, sobre todo si con ese pago se pueden mejorar los accesos, facilitar el tráfico y evitar los atascos. Los españoles no tienen nada que hacer en el Peñón y si quieren comprar tabaco, chocolate en Marks & Spencer, pan de molde , wisky o cualquier cosa un poco más barata, me parece muy bien que paguen un impuesto por ellos.
Los llanitos y los ingleses tampoco tienen razón para protestar. Los llanitos porque si no quieren ser españoles ¿Qué tienen que hacer aquí?. Los ingleses porque ellos también tienen canon o impuestos por pasar por algunos sitios o entrar en el centro de Londres. La primera vez que fui al País de Gales, tierra de mi mujer. en 1965, tardamos un montón de horas, porque había que ir por carretera en dirección noroeste, pasar el puente sobre el río Severn en su parte más estrecha, el Ironbridge, y volver en dirección suroeste para llegar por la ciudad de Cardiff. Y todo esto por carreteras normales y atravesando pueblos y ciudades. Un viaje interminable, pero, eso si, gratis. No había que pagar por circular.
Pero después se construyó la autopista M-4 y un hermoso puente sobre una parte más ancha de río ya en el estuario y se empezó a pagar un canon por cruzarlo. Empezó por cinco libras esterlinas para los coches, otros precios para furgonetas y camiones más elevados y todos tan contentos en pagar, porque se ahorraba más en gasolina y en tiempo. En este puente había que pagar en ambas direcciones.
Años más tarde se construyó otro algo más al oeste, que conectó la M-4 y la M.48. Es este, cosa curiosa, solo se pagaba por el trayecto Inglaterra-Gales, poro no a la inversa. Con lo que los galeses bromeaban por ser más libres que los ingleses, ya que podían salir de su país sin pagar. Allá por el año 1990, se abolió el pago.
A los ingleses no le puede sorprender el pagar por algunos servicios, porque en el Reino Unido se paga hasta para orinar. Desde años inmemoriales los servicios en las estaciones de ferrocarril o en subterráneos de las plazas públicas, tenían un sistema que había que introducir un penique para poder abrir la puerta. Los peniques de entonces eran como nuestra antiguas perras gordas y se hizo costumbres el decir" I am going to spend a penny" que es equivalente a nuestro "Voy al baño" cuando es evidente que no se va a bañar.
Así, que a pagar por ir a Gibraltar, cuando lo que había que hacer, si Zapatero y Moratinos tienen el coraje suficiente, es amenazar con cerrar la verja si no se empieza a negociar la soberanía del Peñón, como se acordó en las Naciones Unidas. Pero en serio y de verdad.