martes, 5 de septiembre de 2017

FINAL DE VACACIONES

Ya hay niños hoy en algunos colegios de España y todos los del Reino Unido. Para los higuerenses o higuereños, todavía nos falta la Romería de Alajar, La Fiesta del Cristo y la Feria de La Umbria. Casi todas las que se celebraban en septiembre ha pasado al mes de agosto. Higuera fue pionera en cambiar su Feria al primer fin de semana de agosto, allá por los años 50 del siglo pasado, para volver otra vez a coincidir con la Fiesta del Cristo del Rosario. La razones de las propuesta del alcalde de aquellos años (y otros muchos más, antes y después de esa fecha) fueron loS días más largos, las noches más templadas, el menor riesgo de lluvias y el número de familias de veraneantes que en septiembre volvían  sus casas. Pero detrás de esas lógicas razones, había otra más personal. Había otra que no "consta en acta". El estricto y polémico Cardenal de Sevilla, don Pedro Segura había considerado los bailes (los "agarrados" de la época, como "bailes pecaminosos" y por tanto amenazó al alcalde y a la corporación municipal de excomunión, si se permitían esos bailes en las fiestas religiosas. La solución fue separar la Fiesta del Cristo del Rosario, que la Iglesia celebra el 14 de Septiembre, de la Feria del pueblo, que pasó a otra fecha. Era una Feria popular sin nada religioso, excepto la Misa del domingo, en la que solo había festejos laicos con corrida de toros, carreras populares, fuegos de artificio y bailes. Se montaban dos casetas para los bailes, una frente al Ayuntamiento y otra delante de lo que hoy es el bar Los Pajaritos. La primera le llamaron la Caseta de los Pobres y a la segunda, la Caseta de los Ricos. Esto me lo recordó un paisano, no hace mucho tiempo, criticando la separación de los habitantes entre ricos y pobres. Me pareció "políticamente incorrecta" la innecesaria crítica y le contesté que entonces, como ahora, había ricos y pobres, aunque no fueran lo mismos y que la caseta de los pobres era gratis para todo el pueblo porque el Ayuntamiento pagaba lo gastos incluyendo la orquesta. Sin embargo la de los ricos la pagaban enteramente ellos de sus propios bolsillos. Insistió en la crítica y tuve que aclarar, que la de los pobres, pagada por el Ayuntamiento, también la pagaban los ricos con sus impuestos. Los "pobres" en aquellos años no pagaban impuestos, ni agua, ni teléfono, ni Seguridad Social, ni IBI, ni basura, ni televisión, ni gasolina, ni otras más cosas, que ahora pagamos todos.
En mis años en el Reino Unido, las vacaciones de verano terminaban el 31 de Agosto. Era, como siempre el lunes último de agosto cuando se celebraba el final del verano con el día de descanso llamado Summer Bank Holiday. Y ya hasta el 25 y 26 de diciembre no había más días de fiesta oficial, En total eran ocho días festivos oficiales al año. Igualito que en España. Por eso lo primero que los ingleses aprendían del idioma español era: Fiesta, Siesta y Mañana. Sobre todo los empresarios que negociaban con España y tenían que llamar por teléfono.
En aquellos años, como ahora en España, las vacaciones solían ser de 15 días en verano y 15 en invierno. La empresa en la que yo trabajaba nos concedía el mes completo a los españoles para que pudiéramos venir en coche, el avión era muy caro, y pasar casi tres semanas con la familia, en el pueblo o la playa. La cuarta semana se usaba para el camino de ida y vuelta con el mínimo de paradas. La última vez que hicimos el viaje en coche, salimos de Sevilla con dos días de retraso por celebraciones de familia, a las 10 de la mañana y llegamos a Maidenhead a las 10 de la noche del día siguiente. Treinta y seis horas, parando solamente a comer rápido o poner gasolina con visita a los servicios. Casi 2,500 kms. que sale a una velocidad media de 69,5 kms. por hora, que no está mal con las carreteras del año 1973. Cruzar Paris por la "périphérique" era rápido, pero cruzar Londres por calles con luces de tráfico, de noche y lloviendo, todavía no existía la M-25 de circunvalación, que han visto en el mapa. Fue la puntilla para decir adiós al coche y bienvenido al avión. Londres-Sevilla en una hora y media y de mi casa al aeropuerto de Heathrow, solo quince minutos. Más o menos como del aeropuerto de San Pablo al Porvenir.
Desde mi vuelta a España, ya hace veintiún año y tres meses, estoy en vacaciones permanente. Quiero decir que estoy jubilado. Mi buen amigo Emilio Fuentes, que fue muy conocido en Londres, en la Casa de España y en el Club de Jubilados, decía siempre que los "viejos" del Club (casi todos refugiados de nuestra Guerra Civil) no eran viejos, sino jubilados, que viene de "júbilo", por estar vivos. Pues eso. Me gustaría ser jubilado por mucho tiempo y que usted lo vea. Y si algo de lo que escribo no le gusta, tiene una solución: No lo lea.