martes, 11 de julio de 2017

EL ESPÍRITU DE ERMUA

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 Dice mi amigo Gracián que: "De los veintiañeros  pa bajo ninguno tiene ni puta idead de lo que es". Pues que me perdonen los lectores de más de veinte años, que si que lo saben, para que lo aclare para los más jóvenes, si es que me leen.
Resulta que hace veinte años, ETA asesinó a Miguel Angel Blanco, porque el Gobierno, de José María Aznar no cedió al chantaje de la banda terrorista que amenazaba con la muerte del joven si, en 48 horas, no se trasladaban todos los presos políticos al País Vasco.
Como un Gobierno no puede ceder a ningún chantaje, hasta los padres de Miguel Ángel aceptaron lo que le podía pasar a su hijo con la entereza de unos padres que aman a su hijo y también aman a su Patria.
Y para los que recuerden y para algún lector que no se haya enterado me vienen a la memoria dos hechos similares de heroísmo de nuestra historia. La de verdad.
Allá por los últimos años de Sigle XIII, Alfonso Pérez de Guzmán, apedillado,  El Bueno, defendía la plaza de Tarifa contra el asedio del infante Don Juan, hermano del Rey Sancho IV, ayudado por los moros. Estos tenían como rehén al hijo menor del defensor de la Plaza y amenazaron con degollarlo si la Plaza no se rendía. Guzmán, El Bueno, desde las almenas, arrojó su propia daga al enemigo en señal de que no podía rendirse con las siguientes palabras: "Si os falta un cuchillo para ejecutar vuestra sentencia, ahí va el mío!. 
Años más tarde en Julio de 1936 el General Mocardó se hizo fuerte defendiendo el Alcazar de Toledo, sede la la Academia Militar, con alguno de los alumnos, ya que en verano casi todos estaban de vacaciones, algunos Guardias Civiles y también paisanos con sus familias, Durante el asedio los asaltante amenazaron con fusilar a su hijo Luis si no se rendía y utilizaron el teléfono poniendo al hijo para hablar con el padre. La conversación está reproducida en la película "El Alcazar no se rinde", donde el padres le dice al hijo: "Si es verdad, encomienda tu alma a Dios y muere como un patriota gritando ¡Viva España!.
Sesenta y un años más tarde, El asesinato de Miguel Angel marcó un nuevo hito en la historia de España, cuando en toda ella, españoles de todas clases, ideas y creencias salieron a la calle al grito de: ¡Basta ya!. 
¿Nos estamos volviendo demasiado complacientes, olvidadizos o cobardes?. Puede, porque al conmemorar este aniversario, han surgido voces discordantes en los sectores más radicales de la izquierda española.