viernes, 5 de julio de 2013

EL SECTOR NAVAL

; El sector naval español está en peligro inminente de cerrar para siempre y dejar en la calle a 87,000 trabajadores. Otra consecuencia del descalabro económico de los años de Zapatero. España lleva muchos años construyendo barcos. Barcos que descubrieron un Nuevo Mundo, que surcaron todos los mares y barcos modernos que han ido a reforzar las flotas, comerciales y militares, de muchos países. Recuerdo el conflicto internacional entre España y el Reino Unido, cuando el Premier Harold Wilson canceló la compra de varias fragatas para sus fuerzas navales que su antecesor había contratado con astilleros españoles. Al parecer pensaba que un país como el suyo con suficientes y prestigiosos astilleros, no podía comprar sus fragatas a un país con una dictadura de derechas. Claro que un país bajo una dictadura de derechas, producía por aquél entonces unas fragatas modernas, magníficamente equipadas con las últimas tegnologías y más baratas que las del Reino Unido. 
Hace unos días, el Comisario Europeo de la Competencias, Joaquín Almunia ha declarado que hay que devolver las ayudas europeas concedidas al sector entre 2005 y 2011. ¿También culpa de Rajoy?. Dicen los expertos que esto supondría el cierre de los astilleros y la pérdida de 87,000 puestos de trabajo. 
Joaquín Almunia es un político socialista con un excelente curriculum. Bilbaíno, buenos astilleros hay allí, estudió Derecho y Ciencias Económicas y Políticas en Deusto e hizo cursos en París y Harward. Fue profesor de Derecho Laboral en Alcalá de Henares y economista en las Cámaras de Comercio Españolas en Bruselas hasta 1975. Responsable de economía del sindicato UGT de 1976 a 1979, fue Diputado socialista desde 1979 a 2004. Durante el Gobierno de Felipe González, fue Ministro de Trabajo y Seguridad Social y más tarde de Administraciones Públicas. En las elecciones generales de 2000. fue candidato a la Presidencia del Gobierno y perdió 125 escaños dándole mayoría absoluta al Partido Popular En. 2004, a pesar de la victoria socialista. renuncio a su escaño y sustituyó a Pedro Solves como comisario español en Bruselas. Allí sigue y desde allí ayuda o daña a España con sus salidas de tono, sus declaraciones polémicas y sus decisiones partidistas. Parece que ha perdido un poco el norte y cree que se debe más Europa, que a España o a su propio partido. Bonita manera de mostrar su patriotismo.
Yo le tenía cierto respeto y simpatía, por su carrera política y porque fue el primer ministro de la democracia al que tuve ocasión de saludar y hablar. Las Asociaciones de Trabajadores Emigrantes en Europa estábamos celebrando un seminario de un fin de semana sobre la educación de nuestros hijos en las escuelas complementarias de lengua y cultura española, que el gobierno de Franco había abierto en los países europeos y el gobierno de Felipe Gonzáles estaba intentando cerrar. Se celebraba en el Monasterio del Valle de los Caídos y el domingo por la mañana y al acto de clausura, se presentó el Ministro de Trabajo Señor Almunia. En la presentación, como representante de la UAPA (Unión de Asociaciones de Padres de Alumnos) me saludó con un jovial; "Hombre, encantado de conocerte", A lo que contesté: "Lo mismo te digo, ministro". Ya los socialistas habían anulado el protocolo en loor de la igualdad y no usaba el Sr. Ministro, ni Excelencia. Para mí, creo que habíamos ganado en igualdad pero habíamos perdido en educación. Bueno,  después de escuchar nuestras peticiones, nos habló entendiéndolas y como resultado las escuelas no se cerraron.
Francamente la actitud del Sr. Almunia me ha sorprendido por lo que puede representar para la prestigiosa industria naval española y los 87,000 trabajadores que pierdan su trabajo. ¿Qué le pasa?. ¿Está todavía dolido de la derrota inferida por Borrel en las primarias que disputaron?, ¿De la derrota contra Aznar en la que los socialistas perdieron 125 escaños?, ¿No le gusta que la economía española va por en buen camino y quiere que aumente el paro?.
Por supuesto, yo nunca le he votado y nunca le votaré, pero le tenía como uno de los pocos socialistas con el que se podía hablar ya que tenía suficiente preparación, una larga carrera, importantes cargos y parecía uno de los pocos socialistas moderados y tirando al centro izquierda. Tengo que reconocer que estaba equivocado.
  
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