Ayer cuatro líderes políticos celebraron dos reuniones. La primera, la cacareada y anunciada reunión en el Parlamento del líder del PSOE, Pedro Sánchez con el líder de Podemos, Pablo Iglesias. La segunda, la no anunciada del Presidente del Gobierno con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Como en España conducimos por la derecha y la política tiene sus protocolos, el señor Sánchez, recién elegido (otra vez) líder de los socialistas, debería, al menos por cortesía, haberse reunido con el Presidente del Gobierno, presentarle su respeto y decirle que su partido está dispuesto a hacer una oposición constructiva, al menos en los asuntos de Estado. Pero no. Ha preferido reunirse con la izquierda (la extrema), para decidir todo lo contrario. La estrella de su programa de gobierno: Echar a Rajoy de la Moncloa y si le aprietan, borrar al Partido Popular del mapa político.
No tiene otro plan que ese. Le importa un bledo el paro, la economía, el terrorismo islámico, la división del Estado Español, el futuro de la Unión Europea, el resultado del Brexit, los muertos de Venezuela,...... Todo puede esperar. Lo que no puede esperar es el acabar con Rajoy.
En los tiempos de la Guerra de Corea, contaban que los coreanos habían asesinado a una general americano y que ni la CIA ni el FBI habían logrado descubrir a los asesinos. Le recomendaron la ayuda de un sargento de la Guardia Civil, que lo descubría todo y lo llevaron a Corea. Empezó a investigar y una hora más tarde apareció en el campamento con dos coreanos cogidos por las orejas, que confesaron haber matado al General, a Calvo Sotelo en Madrid y a Manolete en Linares.
El señor Sánchez no sabe que el señor Iglesias tiene un sargento, no se si de los servicios secretos de Maduro o de la KGB coreana, que usando las redes sociales, para noticias insociales, está tratando de convencer al personal de la maldad del enemigo Rajoy. Hoy publican que Rajoy es el responsable de los incendios. ¿Del los de Londres, Potugal o Doñana?. Ya lo hicieron con los "recortes" y llegarán a hacerle responsable de la muerte de Fandiño por no haber prohibido las corridas de toros, como los catalanes. Y lo que tampoco sabe el señor Sánchez es que el señor Iglesias usa a Rajoy como señuelo, porque la presa que el apetece es acabar con el Partido Socialista y convertirse en el líder de la izquierda más radical que llevaría a España al totalitarismo comunista, que no pudo conseguir Stalin.
Sin bombos ni platillos, el Presidente Rajoy y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se reunieron amigablemente a comer en la Moncloa y conversaron durante dos horas para hablar de los problemas de España y de los españoles y acordar cómo pueden colaborar juntos en los asuntos de Estado. Así de sencillo. Como todos sabemos la ambición del señor Rivera, como es lógico en todos los líderes de todos los partido, es llegar a Presidente del Gobierno y para eso tiene que quitar del puesto a Rajoy, pero hasta ahora ha sabido respetar las reglas de juego y acepar los resultados de las urnas.
Hoy creo que es la entrevista Sánchez- Rivera. Esta tarde sabremos algo y mañana sabremos más. ¿Aceptará Sánchez la invitación del Presidente o seguirá con el "no" es "no"?
