sábado, 13 de junio de 2009

OTRA VEZ GIBRALTAR



Y digo otra vez porque ya he expresado mi opinión sobre la Colonia en varios escritos, cartas y artículos, unos publicados y otros no. Por eso voy solamente a ir al grano directamente, o como dicen los ingleses, "straith to the point".
Hace unos días se han cumplido cuarenta años desde el cierre de la verja por el gobierno del General Franco. Este debía estar cansado de las promesas de Wiston Chutchil de devolver el Peñón si Franco no ayudaba a Hitler a pasar sus tropas por España hacia el norte de Africa, cansado de las negociaciones, del Libro Blanco de Martín Artajo, de las manifestaciones estudiantes organizadas contra la embajada y consulados británicos y del contrabando (más o menos permitido) desde la Roca y de un plumazo cerró la verja que nos separa de la colonia. El gobierno británico tuvo que tragar, porque Franco solo impuso el cumplimiento de Tratado
Después de Franco el gobierno de la UCD mantuvo la verja cerrada, así como en los comienzos del gobierno del PSOE.
Hasta que en 1985 Felipe González tuvo la brillante idea de abrir la verja como "gesto de buena voluntad" Por entonces ABC de Sevilla me publicó una carta, donde decía que "Felipe González no se había enterado de que los ingleses no toman en cuenta los gestos de buena voluntad. Solo negocian cuando les tiene bien cogido por el cuello.
Y no me he equivocado. Tampoco tiene mucho mérito porque después de haber vivido entre los ingleses durante treinta y cuatro años, creo que los conozco bien. Aunque tengo que aclarar que una cosa son los ingleses y otra los británicos. Mi mujer es británica, del país de Gales y cuando la llevé a Gibraltar por primera vez, andando y atravesando la pista del aeropuerto construido en tierra de nadie, lo primero que dijo fue : ¿What are we doing here.? (Para el que no sepa ingles, ¿que hacemos nosotros aquí?)
Bueno pues es evidente que desde esa fecha las relaciones se han ido deteriorando, solo por un poco de respiro durante el gobierno de Aznar, y hemos llegado hasta el punto de que el Sr. Caruana, se sienta en la mesa de negaciones entre España y el Reino Unido, buscando la independencia de la colonia, cosa totalmente imposible según el Tratado de Utrech. Y mientras Zapatero sonríe y Moratinos no habla.