Según ABC, que siempre ha sido leal a la Monarquía, hasta en los tiempos del franquismo, el Rey cobra 140,519 euros brutos anuales. ¿De qué nos asustamos si José Luis Rodriguez Zapatero cobrará un poco más, 150,000 euros anuales, por no hacer nada. Que tampoco se puede considerar como una remuneración por lo que ha hecho en sus siete años de gobierno: destruir España, dividirla enfrentarla, arruinarla y desacreditarla.
A mi me parece una ridícula cantidad, comparada con lo que ganan los políticos, los banqueros y muchos empresarios. Lo que representa nuestro Monarca como Jefe del Estado Español, como ejecutor de una Transición modélica, como salvador de un Golpe de Estado y como el mejor representante que tiene España en el Mundo, no tiene precio.
Bien es verdad que la Casa del Rey nos cuesta 8,434,280 en total, ¿Pero que significa esa cantidad con el total que se llevan, por ejemplo, los sindicatos?. Si dividimos los casi ocho millones y medio entre los 45 millones de españoles, tocamos a 18,88 céntimos de euros cada uno. ¿Podemos quejarnos?. Se exige a la Casa del Rey que se publiquen municiosamente los gastos y no sabemos cuanto nos cuesta el Presidente del Gobierno, el Senado o el Congreso de los Diputados.
Me han venido a la memoria dos dichos españoles que tienen mucho que ver con el despilfarro a que siempre hemos estado acostumbrados a lo largo de nuestra Historia: "Las cuentas del Gran Capitán" y "Disparar con pólvora del Rey".
Cuando el Rey Fernando el Católico exigió a Gonzalo Frenández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán, por sus azañas y victorias en Portugal, Francia e Italia, este, contrariado por la falta de confianza, presentó unas cuentas, que según la leyenda, decían algo así: "Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados: por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla. doscientos millones de ducados: por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados:y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados". Como los tiempos cambian, son ahora los plebeyos, los separatistas, los nacionalistas, los comunistas y los republicanos los que quieren saber las cuentas del Rey. Con todos mis respetos, Majestad, yo les hubiera dado la respuesta del Gran Capitán.
Por aquella y otras épocas de nuestra Historia, los soldados de los famosos Tercios Españoles recibían una paga con la que tenían que cubrir todos sus gastos, los piqueros la comida de sus caballos y los arcabuceros la pólvora que gastaban. En serias ocasiones como asalto o defensa, usaban la pólvora de los almacenes, o sea "pólvora del Rey", y entonces se disparaba más alegremente sin reparar en el gasto. De ahí viene la expresión cuando no se tienen en cuenta los gastos, ya que corren por cuenta de otro. Los socialistas han estado "disparando con pólvora de los contribuyentes" y así han dejado las arcas de los ayuntamientos, comunidades, diputaciones y Estado. Ya decía Margaret Thatcher que "los socialistas son expertos en gastar el dinero de otros".
