sábado, 15 de julio de 2017

LOS REYES EN EL REINO UNIDO


Nunca he creído en fantasmas, espíritus, brujas o meigas, pero estoy empezando a cree que algo hay por ahí suelto que impide, en algunos casos, el desarrollo de lo normal. No me refiero al espíritu de Franco que causó heridas a cuatro de los muchos que acudieron a destruir la Cruz y que tuvieron que ser atendidos, irónicamente, en un hospital inaugurado por el propio Franco.
Es algo más moderno y cada vez más frecuente. Como no podía ser de otra manera, se conoce con nombre inglés: "Hacker". Nuestro diccionario lo recoge y lo traduce por "Pirata Informático". Y el diccionario de Oxford lo define como: "A person who uses computers to gain unauthorized access to data". No hace falta que se lo traduzca porque está bastante claro.
Estoy convencido de que uno me vigila, seguro que es inglés, y me fastidia el programa cuando hablo mal de los ingleses. Ellos no saben la famosa frase de "si habla mal de España, es español" y no permiten que los españoles hablemos mal de ellos. Pues mire usted, da la casualidad que yo he vivido treinta y cuatro años con ellos y se muchas cosas, buenas y malas, y unas veces, muchas, hablo de las coas buenas  y otras veces, menos, hablo de las malas.
Durante tres días que ha durado la visita de nuestros Reyes a Londres he empezado a escribir mi opinión sobre el viaje y en cuanto he escrito algo que no les ha gustado y, por tanto, he tenido que criticarlo, el hacker inglés que me vigila, ha borrado todo lo que ya estaba escrito y no ha habido forma, que se que la hay, de recuperarlo. Así que no voy a insistir otra vez. Mi memoria ya no es lo suficientemente exacta para recordar lo escrito y puede salir mejor o peor, pero nunca igual.
Ya han visto y oído, en nuestros medios de comunicación, todos los detalles de la visita oficial. Desde la llegada hasta la despedida, pasando por los actos oficiales, discursos, cenas, entrevistas, color de los tarjes de ambas Reinas y uniforme de los Reyes (titular y el consorte). Pues lea.
Ayer viernes hablé con mi hija, que está de vuelta en Londres, y no sabía nada de la visita Real. Se que mi hija no lee los periódicos ni ve los telediarios, pero es que la prensa británica no le ha dado la cobertura que se merece. Y se perfectamente que eso ha sido siempre así. Si publicaran de España la mitad de lo que nosotros publicamos del Reino Unido, podríamos darnos por satisfechos. Pero la superioridad inglesa les impide hablar bien de otros países y, por supuesto, de los logros. Ya decía el General De Gaulle, que "El R.U. entraría en la Comunidad Europea, cuando dejaran de pensar que seguían mandando en el Mundo". Pues ahora, para seguir mandando en "su mundo" han decidido salir de Europa. Allá ellos.
Si son tan ciegos que no ven la realidad de "la unión hace la fuerza" y han olvidado que ellos mismos unieron los Reinos de Inglaterra y Escocia con el Principado de Gales y el Norte de Irlanda para que fuera El Reino Unido y este a su vez se unió a Europa para formar la potente Unión Europea, allá ellos. No hay mejor ciego que el que no quiere ver. Y lo primero que hay que ver es el futuro de los que siendo británicos, viven en Europa y los europeos que viven en el Reino Unido. Así lo ha manifestado el Rey Felipe VI en todas sus intervenciones y discursos. Y ha ido más lejos. Gibraltar, que según el Tratado de Utrecht, es territorio español cedido a Inglaterra, quedará fuera de la Unión y por tanto no habría frontera común y se podría cerrar la verga.
La primera vez que Patricia y yo fuimos a Gibraltar, tuvimos que entrar a pié y esperar en paso de un avión que aterrizaba en "tierra de nadie usurpada". Cuando llegamos a la calle Real y Patricia vio lo que era aquello, su inmediata reacción fue: "No comprendo que tenemos que hacer aquí nosotros". Para que lo vean más claro. Si a los británicos se le explica que Gibraltar, como creen muchos, no es una isla que pertenece a ellos y que los gibraltareños no pagan los impuestos que pagan ellos, pero tienen los mismos derechos, dirán que eso no puede ser.
Su Majestad el Rey ha dejado muy claro que España es una gran Nación, que se preocupa de los españoles y de los británicos y que no renuncia a dialogar sobre el futuro de Gibraltar que puede afectar a todos si no se negocia bien el Brexit.
Desde que se anunció la decisión de salir de la Unión Europea, la libra esterlina ha estando bajando de valor hasta el punto de que mi pensión, al cambio actual, me está costando más de doscientos euros mensuales. No quiero pensar que eso supone algo más de seis euros diarios, equivalente a dos whiskys. Algún barman ya ha notado que bebo más cerveza, aunque realmente es por el calor.
Una española, Garbiñe Muguruza, acaba de calentar a los espectadores de Wimbledon al ganar, en 77 minutos, el campeonato contra la poderosa Venus Willians. Ya es la segunda española en conseguir el codiciado trofeo después de Conchita Martinez en 1994. ¡A por otro!
Con orgullo de español, quiero terminar con el reconfortante recuerdo de ver la gran avenida The Mall, por la que pasaba cada vez que volvía de la oficina en Covent Garden en coche (generalmente en sábado) desde el Arco del Almirantazgo al Palacio de Backingham adornada con bandera británicas y españolas que han visto arriba. Ya las vi, hace 31 año, con motivo de la visita del Rey Don Juan Carlos I y la Reina doña Sofia, aunque creo que esta vez han sido más grandes. Aquello y el recuerdo del saludo a los Reyes siempre estarán en mi memoria, pero ya lo he contado y no voy a repetir.
Creo que he logrado despistar al hacker inglés que me perseguía y he podido terminar.